La grave situación de la cárcel de Guayaquil, Ecuador, no cesa. Este sábado, los reclusos dispararon contra la policía, apenas unos días después del motín que dejó al menos 118 muertos, incluidos seis decapitados, y 79 heridos.
“Durante la intervención de @PoliciaEcuador, en el #CPLGuayas Nº 1, fueron alcanzados con disparos por las PPL (personas privadas de libertad)”, informó en su cuenta de Twitter, sin precisar si hubo nuevas víctimas.
La policía añadió que “hemos neutralizado inmediatamente esta acción” y que “en estos momentos se mantiene el control y el orden en la prisión”.
El incidente se produjo en la misma prisión de Guayaquil donde el martes se produjeron tiroteos entre bandas rivales vinculadas al tráfico internacional de drogas que luchaban por el poder. Al menos 118 personas murieron y 86 resultaron heridas en una de las peores masacres carcelarias de la historia de América Latina.
El jueves, la comandante de policía Tanny Varela dijo que las autoridades habían tomado el control de la prisión, que forma parte de un gran complejo penitenciario en Guayaquil.
Los disturbios del martes pusieron de manifiesto la grave crisis de seguridad y penitenciaria de Ecuador, donde los cárteles de la droga extranjeros financian a las bandas locales que se disputan el mercado, especialmente en las ciudades portuarias por las que se envía la droga.
En lo que va de año, más de 230 presos han sido asesinados en estos ataques de venganza. El caso más grave ocurrió en febrero en cuatro prisiones y se cobró unas 80 vidas.
|| Con información de AFP