Al menos ochenta personas murieron y un centenar resultaron heridas en un atentado contra una mezquita chiíta durante las concurridas oraciones del viernes en la provincia de Kunduz, en el norte de Afganistán, aunque todavía no hay una cifra oficial.
“Se produjo una fuerte explosión en la mezquita de Sayed-Abad, en la que han muerto ochenta personas de la comunidad chií que asistían a las oraciones y un centenar más han resultado heridas”, dijo a Efe Ghulam Rabani Rabani, ex miembro del consejo provincial de Kunduz.
Nazir Naeemi, un ciudadano que se encontraba en el lugar del atentado, dijo que “parece que han muerto unas cien personas y unas doscientas han resultado heridas”, aunque el número aún no está claro a falta de una cifra oficial por parte de las autoridades.
El ex jefe del Departamento de Refugiados y Repatriación de la provincia, Muhamad Akbar, informó de que cuando se produjo la explosión “cientos de personas estaban reunidas (en la mezquita) para la oración del viernes. Tengo información de más de 100 personas muertas y heridas”, dijo.
Los vídeos de la mezquita tras el atentado muestran decenas de cuerpos cubiertos de sangre con miembros amputados que yacen en el suelo entre los escombros y los gritos de angustia de la gente que se esfuerza por ayudar.
Los talibanes, que controlan el país desde la toma de Kabul el 15 de agosto, han confirmado la explosión, pero no han facilitado hasta ahora ninguna cifra oficial de víctimas.
“Se ha producido una fuerte explosión en la provincia de Kunduz que ha causado muchas víctimas, no sabemos el número exacto de víctimas en este momento”, ha declarado un miembro de la Comisión de Cultura de los integristas, Jawad Sargar.
El portavoz talibán Bilal Karimi añadió a Efe que miembros de la formación “han llegado a la zona y han comenzado una investigación”.
El atentado tuvo lugar en una mezquita de la zona de Sayed-Abad en Kunduz, capital de la provincia del mismo nombre, dijo un funcionario depuesto por los integristas, que pidió el anonimato.
La mezquita “pertenece a nuestros hermanos chiíes, muchas personas han muerto o murieron en la explosión, pero ahora mismo el número no está claro porque estamos tratando de evacuar a las víctimas”, dijo.
De momento, ningún grupo u organización armada ha reivindicado la autoría del atentado.
El atentado se produce después de que el pasado domingo al menos dos personas murieran en una explosión cerca de la entrada de una mezquita en Kabul, donde se celebraba una ceremonia fúnebre por la muerte de la madre del máximo portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó el atentado, que se sumó a los que ha llevado a cabo desde la retirada definitiva de las tropas estadounidenses de Afganistán, poco antes de la medianoche del 31 de agosto.
Estas acciones han dejado decenas de víctimas civiles y talibanes, especialmente en Kabul y en el estado oriental de Nangarhar, fronterizo con Pakistán y bastión del IS en Afganistán.
Los talibanes han lanzado operaciones masivas contra el EI en varias provincias de Afganistán, con el objetivo de eliminar lo que consideran la principal amenaza para su gobierno.
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