Milos Zeman, presidente de la República Checa, fue hospitalizado el domingo en cuidados intensivos poco después de reunirse con el primer ministro saliente Andrej Babis, que espera seguir en el cargo a pesar de su derrota en las últimas elecciones del país.
“En estos momentos, el paciente está hospitalizado en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Militar Universitario de Praga“, dijo a la prensa el médico de Milos Zeman, Miroslav Zavoral, quien explicó que no podía dar más detalles.
Zeman, que llevaba tiempo enfermo, se reunió con Babis el domingo por la mañana, pero poco después se anunció su traslado de urgencia al hospital, por lo que el nombramiento del nuevo gobierno podría retrasarse.
En las últimas elecciones, los primeros resultados parecían dar la victoria al movimiento populista ANO de Andrej Babis; sin embargo, la última parte del recuento cambió la situación y la victoria fue para la alianza de centro-derecha Juntos, con un 27,78% frente al 27,14% de los votos.
Formada por los Demócratas Cívicos (derecha), TOP09 (centro-derecha) y los Demócratas Cristianos (centro), Juntos tendría 108 escaños de 200 si se alía con otra coalición compuesta por el Partido Pirata y el movimiento de Alcaldes e Independientes (STAN).
El líder de Juntos, Petr Fiala, dijo el sábado que había recibido un mandato “fuerte” de los votantes y que “el presidente tendrá que tenerlo en cuenta”.
Antes de los comicios, el jefe del Estado dijo que se decantaría por el líder de un partido y no por el de una coalición, inclinando la balanza hacia el primer ministro saliente.
“No veo muchas razones para que haga algo diferente”, corroboró a la AFP Tomas Ledeba, analista de la Universidad Palacky de Olomouc.
“Veremos lo que dice el presidente”, dijo Babis. “Soy un gestor, mi posición está en el gobierno”, insistió ante los periodistas.
Las elecciones registraron una participación superior al 65%, frente al 6084% de las anteriores de 2017. “Ayer vi un interés extraordinario por votar, fue sorprendente. La gente quiere realmente un cambio que mejore nuestras vidas”, dijo a la AFP Jana Selucka, que votó el sábado en Praga.
El multimillonario populista, con negocios agroalimentarios, químicos y mediáticos, se ha visto lastrado por la gestión de la pandemia en el país, que llegó a ser líder mundial en muertes e infecciones per cápita.
También se le acusa de un presunto fraude en las subvenciones de la Unión Europea y, como revelan los Papeles de Pandora, de comprar propiedades en el sur de Francia en 2009 con dinero de empresas en paraísos fiscales.
Para Ott Eibl, director del departamento de ciencias políticas de la Universidad Masaryk de Brno, las revelaciones de Pandora no pesaron especialmente en el voto. “Hay tantos casos de corrupción que muchos votantes se han insensibilizado”, dijo.
Babis, la quinta fortuna checa según Forbes, dirigió un gobierno en minoría con los socialdemócratas, apoyados tácitamente por el partido comunista, que había gobernado la antigua Checoslovaquia totalitaria entre 1948 y 1989.
Este último partido sólo obtuvo el 3,6% de los votos y quedó fuera del Parlamento por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.
Entre los demás partidos, el movimiento de extrema derecha antimusulmán Libertad y Democracia Directa (SPD), dirigido por el empresario nacido en Tokio Tomio Okamura, obtuvo casi el 10% de los votos.
La economía de la República Checa, de 10,7 millones de habitantes y miembro de la Unión Europea, se está recuperando tras la pandemia. Pero las recientes subidas de las pensiones y los salarios del gobierno han disparado el déficit público.
En su campaña, ANO atacó la inmigración ilegal y se comprometió a proteger los vehículos de combustible fósil o la combinación energética tradicional checa, que depende de la energía nuclear.