PANAMÁ. En su viaje hacia Norteamérica unos 19.000 niños han cruzado a pie la peligrosa selva del Darién, frontera de Panamá con Colombia, este año, un máximo histórico que refleja un “flujo creciente que debe ser abordado con urgencia como una grave crisis humanitaria en todo el continente, más allá de Panamá“, dijo Unicef.
Esta cifra histórica es casi tres veces superior a la registrada durante los cinco años anteriores juntos, advirtió el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
“Nunca antes nuestros equipos en el terreno habían visto tantos niños pequeños cruzando el Darién, a menudo no acompañados”, dijo la directora de Unicef para América Latina y el Caribe, Jean Gough.
Unicef señaló que más de uno de cada cinco migrantes que cruzan la frontera entre Colombia y Panamá son niños. La mitad de ellos son menores de cinco años.
Según datos de Unicef, al menos 5 niños fueron encontrados muertos en la selva en 2021. Desde principios de este año, más de 150 niños llegaron a Panamá sin sus padres, algunos de ellos son recién nacidos, un aumento de casi 20 veces en comparación con el año 2020.
Entre enero y septiembre Unicef registró 29 denuncias de abuso sexual a niñas adolescentes durante el viaje y más mujeres han denunciado abusos sexuales.
Unicef señaló que se espera que el número de niños y familias migrantes que cruzan la selva siga aumentando en las próximas semanas y meses.
Entre enero y septiembre pasados, 91.300 migrantes en tránsito llegaron a Panamá tras cruzar la selva, una cifra que triplica el registro de 2016, según datos del Servicio Nacional de Migración (SNM) panameño citados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en un informe.
La mayoría eran haitianos (56.600), muchos de ellos acompañados de menores, seguidos de cubanos (12.800), venezolanos (1.500), además de nacionales de países asiáticos y africanos, como Bangladesh, Senegal, Ghana, Uzbekistán, India y Nepal, indicó la OIM.
En los primeros 9 meses de 2021, los menores representaron el 20% de esa población en movilidad, cuando hace cuatro años era el 2%.
Familias enteras de haitianos están viajando a Norteamérica (Estados Unidos, Canadá o México) con hijos nacidos en Chile o Brasil, países en los que se habían establecido hace años, e incluso con bebés nacidos durante el viaje.
El Darién es una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo: hay animales salvajes y grupos criminales.
Desde hace años lo cruzan migrantes de todo el mundo que viajan a Norteamérica, con picos de tránsito entre 2015 y 2016, luego de viajeros cubanos, y ahora con la movilización de decenas de miles de haitianos.
“Cada niño que cruza el Darién a pie es un sobreviviente”, dijo Gough.