La Secretaría de Educación Pública (SEP) lanzará en los próximos días el Movimiento Nacional de Alfabetización para atender a 30 millones de personas en rezago educativo, personas que no saben leer, escribir y no terminaron la primaria y la secundaria, para lo cual prevé “poner a trabajar” a un millón de estudiantes de bachillerato, de 16 años en adelante, como alfabetizadores, anunció Juan Pablo Arrollo, subsecretario de Educación Media Superior.
Indicó que el verdadero problema de México es el “analfabetismo funcional” de casi 30 millones de habitantes que están en rezago educativo, y si se suma la falta de habilidades de lectura, el problema afecta a casi una cuarta parte de la población.
El funcionario acusó que al menos desde 1970 a la fecha, los gobiernos han alterado las cifras y la forma de medir a los mexicanos que no saben leer y escribir. Al señalar que hay “otros datos”, afirmó que hay un segmento de la población de entre 12 y 14 años de edad que son más de 35 mil y son analfabetas y no son contabilizados oficialmente como tales.
Al participar en las reuniones semanales por el centenario de la fundación de la SEP 1921-2021, el subsecretario presentó su análisis A Cien años de la SEP, de las Misiones Culturales la cruzada contra el analfabetismo al Movimiento Nacional de Alfabetización y Educación en el que señaló que éste “es un problema social no resuelto”.
Anunció que el 22 de octubre se lanzará en Veracruz el Movimiento Nacional de Alfabetización para atender el rezago educativo del país.
El subsecretario señaló que tras su fundación en octubre de 1923, se crearon las misiones culturales para promover el desarrollo integral del sector campesino, incluyendo la alfabetización.
Dijo que en 1943 Jaime Torres Bodet lanzó la Campaña Nacional contra el Analfabetismo, un año después se impulsó la ley de emergencia, que contemplaba una cartilla nacional, un cuaderno de escritura y hacía obligatoria la lectura y escritura para los mayores de 18 años.
Para 1940, el censo reveló que había 9.4 millones de analfabetas en México.
Dijo que durante los gobiernos de Miguel Alemán y Adolfo Ruiz Cortines no pusieron atención en atacar el analfabetismo, pero después, con los datos, se observa que las cifras quitaron a los niños de 12 a 14 años y posteriormente eliminaron a los de 6 y 12 años para medir el analfabetismo, “entonces se reduce el analfabetismo, pero no es cierto”.
En los años 70, el analfabetismo se medía a partir de los mayores de 15 años, ya que antes de esos años debían estar en la educación básica.
“Obviamente, al hacerlo, se reduce el número, no es que se reduzca el analfabetismo. En consecuencia, hay personas de entre 12 y 14 años que no se contabilizan en los indicadores de alfabetización y rezago, porque sólo se cuenta a los mayores de 15 años que no saben leer y escribir. Aquí es donde hay deserción y abandono. Se trata de un sector de la población desatendido y que se está quedando atrás”.
Reveló que actualmente hay casi 35 mil adolescentes de entre 12 y 14 años que no saben leer y escribir y no están considerados en las estadísticas.
Sólo 4.4 millones de personas son analfabetas, pero hay 8.1 millones de personas que no han terminado la primaria y 15.5 millones sin secundaria y 28 millones en total, es decir, 29.3 por ciento de la población.
Actualmente, siete estados concentran el 54 por ciento de los analfabetos: Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Puebla, Michoacán e Hidalgo.
Contribuir a la reducción del analfabetismo y el rezago escolar, con la participación de al menos un millón de estudiantes de bachillerato mayores de 16 años, así como de maestros jubilados, para lograr la reducción del analfabetismo y la conclusión de la educación primaria y secundaria de quienes no han concluido sus estudios.
Explicó que si cada joven asiste al menos a una persona, el rezago educativo del país podría ser atendido en un futuro cercano.
“Hay 30 millones de personas con rezago escolar y analfabetismo y si sumamos el funcional es mucho más porque no hay bibliotecas, no hay cultura de la lectura y no hay ediciones, publicaciones. Este es el tema que el INEA y nosotros estamos discutiendo, porque queremos incorporar a los jóvenes y estamos trabajando con maestros superiores y de base.”
“Vasconcelos puso a trabajar a alumnos de cuarto, quinto y sexto grado, ¿no podremos trabajar con los de 16? Por supuesto, los vamos a invitar a participar con el incentivo de ser los mejores maestros de alfabetización y vamos a tratar de desarrollarlos”, concluyó.