Las emisiones de gases de efecto invernadero de los países que conforman el G20, responsables del 75 por ciento de ellas, volvieron a crecer en 2021 tras la breve desaceleración provocada por el parón económico a causa de la pandemia de coronavirus, concluye el informe Transparencia Climática 2021.
Pero mientras países como Estados Unidos, la Unión Europea e incluso China han dado a conocer ambiciosos planes nacionales de reducción de emisiones, México no presentó ningún cambio en sus objetivos climáticos, lo que socava los planes globales y hace que las emisiones aumenten en 2030, revela el informe del grupo patrocinado por la ONU.
“Las emisiones vuelven a aumentar en el G20“, advierte el estudio, que recuerda que a principios de este año los países se comprometieron a actualizar sus objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para cumplir el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5ºC.
El estudio del Informe de Transparencia Climática señala que las emisiones han repuntado y que China, India e Indonesia esperan superar sus emisiones registradas en 2019.
Aunque en 2020 cayeron un 6% a nivel mundial como efecto secundario del coronavirus, repuntarán un 4% en 2021.
A principios de 2021, el G20 prometió presentar nuevos objetivos climáticos y acelerar la acción. Pero sólo cuatro días antes de la fecha límite del 12 de octubre, un total de 16 países habían presentado sus planes actualizados. Si se cumplen los actuales objetivos de reducción, según el estudio, el calentamiento global sólo se limitará a 2,4ºC, casi un grado centígrado más de lo deseado.
Por lo tanto, el G20 está “poniendo al planeta en camino de romper el límite de calentamiento y de enfrentarse a fenómenos meteorológicos extremos más peligrosos”.
El informe de Transparencia Climática es la comparación anual más completa a nivel mundial de la acción climática de los países del G20.
En cuanto a la dependencia de los combustibles fósiles en los países más ricos, el estudio afirma que no ha cambiado y que incluso se espera que el uso del carbón aumente un 5 por ciento este año. Aunque China es responsable de cerca del 60 por ciento de este aumento, también se está produciendo un incremento del uso del carbón en Estados Unidos e India.
Además, los gobiernos sólo gastaron 300.000 millones de dólares del total de 1,8 billones en la recuperación ecológica, ignorando el rápido crecimiento de las industrias ecológicas.
El informe, que se publica a pocas semanas de la cumbre de líderes del G20 en Roma y de la Cumbre del Clima de Glasgow (COP26), insiste en la necesidad de que los líderes de las principales economías del mundo acompañen su retórica con políticas de cambio hacia combustibles bajos en carbono, mayor electrificación y, por ejemplo, la prohibición de la venta de vehículos con motores de combustión interna para 2035.
No obstante, el estudio refleja algunos avances, como el crecimiento de la energía solar y eólica, que alcanzó nuevos récords de capacidad instalada en 2020.
Pero añade que, a excepción del Reino Unido, el resto de los miembros no tienen estrategias ni a corto ni a largo plazo para lograr el 100% de renovables en el sector eléctrico para 2050.
Los mayores recortes de emisiones están en los planes presentados por Estados Unidos y los países de la UE, así como en el anunciado por China.
Sin embargo, Australia, Brasil, Indonesia, México y Rusia han presentado planes nacionales sin cambios y, en el caso de Brasil y México, se ha detectado una variación de sus objetivos que debilita sus planes “y llevará a un aumento de las emisiones en 2030”.
El informe señala que México detuvo la inversión privada en energías renovables y no ha gastado en medidas verdes.
También señala que “aunque México ha gastado supuestamente el 1 por ciento de su PIB en medidas de recuperación de la pandemia, prácticamente nada de ese gasto se ha destinado a medidas verdes, mientras que el gasto en infraestructura de combustibles fósiles ha aumentado”.
Además, el programa del gobierno mexicano en la materia, Sembrando Vida, ha causado una “pérdida de 73.000 hectáreas de árboles”, a pesar de que recibe “casi 10 veces” el presupuesto de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Según el informe, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de México aumentaron 60 por ciento entre 1990 y 2018 y los objetivos climáticos para 2030 (22 por ciento por debajo de los niveles actuales) y 2050 (50 por ciento por debajo de los niveles de 2000) “no están en línea para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5ºC, señalado en el Acuerdo de París.”
“Si bien la mayor parte de la energía eólica y solar de los proyectos eléctricos que operan en México son propiedad de empresas privadas”, el gobierno “sigue pro