El gobierno de Estados Unidos dará 20 millones de dólares adicionales a México y Centroamérica para responder “a las necesidades urgentes de los casi 700.000 solicitantes de asilo, refugiados y migrantes vulnerables” en esos países.
El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, explicó en un comunicado que estos fondos se utilizarán para aumentar el acceso a una mayor protección, servicios psicosociales y de salud, incluyendo la prevención y el tratamiento del VIH, así como el alojamiento y la asistencia legal.
Price destacó que con estos 20 millones de dólares adicionales, la asistencia humanitaria de Estados Unidos a México y Centroamérica asciende ahora a 331 millones de dólares para el año fiscal 2021, que finaliza en septiembre próximo.
El portavoz añadió que Estados Unidos busca una gestión “colaborativa” de la migración en la región, que incluya una mayor protección de los migrantes y una mayor respuesta a sus necesidades humanitarias urgentes.
“Esto es parte del enfoque general de la Administración (de Joe Biden) para apoyar una migración segura, ordenada y humana, al tiempo que se abordan las causas fundamentales de la migración en la región”, dijo Price.
El anuncio de estos fondos adicionales se produce después de que el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) presentara en las últimas horas una moción en un tribunal federal de Texas, indicando que quiere restablecer el programa “Permanecer en México” a mediados de noviembre, si el país vecino lo acepta.
Este programa obliga a los solicitantes de asilo estadounidenses a permanecer en México mientras se resuelven sus casos en suelo estadounidense.
El pasado mes de agosto, el tribunal de Texas ordenó a la Administración de Biden restablecer el programa, al considerar que la Casa Blanca lo había cancelado indebidamente, en respuesta a una demanda de los estados de Texas y Missouri, gobernados por los republicanos.
Poco después, el Tribunal Supremo del país confirmó la sentencia del tribunal de Texas, obligando al Gobierno a restablecer una medida que Biden ha calificado de “inhumana”.
La administración del expresidente Donald Trump (2017-2021) implementó en 2019 el “Permanecer en México“, obligando a más de 60.000 solicitantes de asilo a regresar al vecino del sur para esperar a que se resuelvan sus casos en EEUU.
Esta política fue diseñada para evitar que los inmigrantes que llegan a través de la frontera sur del país eviten la deportación solicitando asilo en EEUU.
A su llegada a la Casa Blanca el pasado mes de enero, Biden ordenó suspender el programa, coincidiendo con un aumento de la llegada de inmigrantes indocumentados a la frontera.