El lunes por la mañana se informó de la muerte del ex secretario de Estado de Estados Unidos Colin Powell a la edad de 84 años, funcionario que acompañó al ex presidente republicano George W. Bush durante su mandato.
Según la familia de Powell, el ex jefe del Estado Mayor Conjunto sufrió debido a las complicaciones de su infección Covid-19.
Será recordado por ser la primera persona de ascendencia africana en ocupar el cargo de Secretario de Estado de Estados Unidos, así como por ser el hombre más joven en ocupar el puesto, con 52 años.
Colin Powell contribuyó a influir en la opinión internacional a favor de la invasión de Irak en 2003.
Colin Luther Powell nació en Harlem, Nueva York, hijo de inmigrantes jamaicanos. Se desarrolló como un estudiante medio en la escuela secundaria. Mientras estudiaba geología en el City College de Nueva York, ingresó en el Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de la Reserva (ROTC), un programa centrado en la búsqueda de futuros líderes militares, donde comenzó su carrera.
“Esta experiencia fue una de las más felices de mi vida. No sólo lo disfruté mucho, sino que fue bastante bueno”, describió Powell sobre su tiempo en el ROTC.
En 1985, tras su graduación, se convirtió en teniente segundo del Ejército de Estados Unidos y realizó el entrenamiento básico en Georgia, donde fue discriminado por el color de su piel.
En 1962 fue enviado a Vietnam del Sur como asesor del ex presidente Kennedy para reforzar el ejército local contra la “amenaza” del norte comunista.
En 1980, Powell dio sus primeros pasos en la política. Comenzó como asesor militar del ex secretario de Defensa Caspar Weinberger. Durante la presidencia de Ronald Reagan (81-89) fue asesor de Seguridad Nacional, donde su participación fue clave en las cumbres entre Estados Unidos y Rusia.
Dirigió las operaciones militares de Estados Unidos como Jefe del Estado Mayor Conjunto en países como Panamá, Granada, Filipinas y Liberia. En 1990 organizó el despliegue de fuerzas en Arabia Saudí al comienzo de la crisis del Golfo, así como el inicio de la primera guerra contra Irak.
Bautizó su labor en el despliegue de fuerzas armadas como la “Doctrina Powell“, que se basaba en el uso abrumador del poder, un amplio apoyo público y una rápida retirada tras el conflicto.
“Nuestra estrategia para luchar contra este Ejército es muy sencilla. Primero vamos a aislarlos y luego vamos a matar”, describió.
En 2001 se convirtió en el jefe de la diplomacia estadounidense tras ser nombrado por el ex presidente George W. Bush para su mandato de 2001 a 2009.
Al principio Powell se opuso a la invasión militar de Irak, pero tras la presión política accedió a hacerlo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Tras presentar lo anterior, en 2003 aseguró ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que Irak tenía más armas de destrucción masiva. Este discurso causó controversia entre los funcionarios, ya que se preveía que no era cierto; hecho que se verificó posteriormente.
Años después reconoció que su fallida intervención sería una gran “mancha” en su historial como político militar. Sin embargo, sostuvo su posición alegando el sentido del deber y la obediencia como militar a la autoridad presidencial.
“Es como en el ejército, se habla, se debate sobre algo, pero una vez que el presidente ha tomado la decisión se convierte en una decisión para todo el gobierno”, dijo durante una entrevista para la CNN.
El pasado 2020, Colin Powell participó en la Convención Nacional Demócrata donde, además de viralizar su apoyo a Joe Biden, hizo un llamamiento a la población estadounidense por la polarización de EEUU.
“Hoy somos un país dividido y tenemos un presidente (Donald Trump) que está haciendo todo lo posible para que sigamos así. Un presidente que nos una marcaría una gran diferencia, alguien que nos devuelva la fuerza y el alma.”