MOSCÚ – La alerta sanitaria en Rusia, que ha provocado un nuevo máximo de muertes e infecciones por Covid-19, ha obligado a las regiones más afectadas por la pandemia a cerrar de nuevo una semana antes que el resto del país.
“¡Ya hemos perdido demasiado tiempo!
Hay una verdadera guerra en la zona roja de los hospitales de todo el país”, dijo Denis Protsenko, director del Hospital 40 de Moscú y el médico más famoso del país en la vanguardia de la lucha contra el coronavirus.
Desde mediados de octubre, más de mil rusos mueren cada día a causa del coronavirus, y más de 36.000 personas se han infectado. En las últimas 24 horas han muerto 1.075 rusos, un nuevo récord desde que estalló la pandemia.
Una semana antes de que todo el país se vaya de vacaciones pagadas por orden del presidente Vladimir Putin, varias regiones han decidido imponer estrictos controles a partir del sábado.
El gobierno nombró unas 20 regiones donde la situación de la enfermedad está fuera de control, principalmente en la parte europea del país, pero también en regiones siberianas como Tomsk, Omsk y Amur.
De momento, regiones como Kursk, Nóvgorod, Volgrogrado y Samara ya han anunciado cierres, y se espera que otras hagan lo mismo a partir de mañana.
“Estos días sin trabajo se repetirán hasta que nos metamos en la cabeza y empecemos a respetar a nuestros semejantes: Usen mascarillas en público y no vayan a trabajar con síntomas de enfermedades respiratorias”, dijo Protsenko en su canal de Telegram.
Cada región tiene la potestad de elegir las medidas a tomar, aunque desde el inicio de la pandemia todas han seguido la línea del epicentro de la pandemia, Moscú, donde todos los servicios no esenciales estarán cerrados a partir del 28 de enero, a excepción de las farmacias y los supermercados.
En la capital, las escuelas estarán cerradas a partir de mañana y los mayores de 60 años no podrán salir de sus casas hasta febrero.