La reina Isabel II de Inglaterra participó este lunes en la cumbre de Naciones Unidas sobre el cambio climático COP26 en Glasgow (Escocia), donde instó a los líderes y delegados asistentes a aunar esfuerzos para combatir la crisis climática en consideración a las generaciones futuras.
“Es necesario reconocer que el tiempo de las palabras ha pasado, es el momento de la acción”, dijo la soberana británica, que no asistió en persona a la reunión sobre el clima por recomendación médica, en un mensaje grabado.
“Los beneficios de estas acciones no estarán ahí para que los disfrutemos hoy: ninguno de nosotros vivirá para siempre. Pero no lo hacemos por nosotros, sino por nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos”, declaró.
La reina expresó su esperanza de que los líderes encargados de fijar los objetivos medioambientales de sus países para las próximas décadas consigan “superar la política del momento” y tomen decisiones pensando en el futuro.
“Nadie entre nosotros subestima los retos a los que nos enfrentamos, pero la historia ha demostrado que cuando las naciones se unen por una causa común siempre hay lugar para la esperanza”, dijo la soberana.
“Durante más de setenta años, he tenido la suerte de conocer a muchos de los grandes líderes del mundo, y probablemente he llegado a entender un poco lo que los hace especiales”, reflexionó.
También rindió homenaje a su difunto marido, el Príncipe Felipe, fallecido a principios de este año a la edad de 99 años, y recordó cómo había advertido en una reunión académica en 1969 de la necesidad de hacer frente a las amenazas de la contaminación.
“Si la situación de la contaminación en el mundo no es crítica en este momento, la situación se volverá con toda seguridad cada vez más intolerable dentro de muy poco tiempo”, dijo.
La reina dijo que “no podría estar más orgullosa” de que su trabajo haya sido continuado por sus dos herederos más cercanos, su hijo el príncipe Carlos y su nieto el príncipe Guillermo, ambos presentes en la cumbre.