Glasgow | A pesar de los esfuerzos anunciados en la COP26 para reducir las emisiones de gases nocivos para el medio ambiente, así como sus compromisos financieros, las conversaciones de la ONU sobre el clima en Glasgow se enfrentan a una batalla de credibilidad.
En las últimas semanas, los principales países del mundo han incumplido repetidamente sus promesas, lo que ha provocado diversas acusaciones de traición por parte de los activistas medioambientales, ya que las negociaciones climáticas de la cumbre para controlar las emisiones de carbono y proteger a los más vulnerables han tenido poco efecto.
“No hemos visto sinceridad en los compromisos y progresos realizados por los países desarrollados, y hemos escuchado muchos más eslóganes que resultados prácticos”, denunció el delegado chino Gao Xiang en el periódico oficial de Shanghai, Guangming Daily.
Los activistas señalan el aumento de la temperatura global, que ha alcanzado un nivel medio desde la época preindustrial. También señalan que las naciones ricas no cumplieron el plazo de 2020 para entregar 100.000 millones de dólares al año en financiación climática a las naciones en desarrollo, y ahora dicen que esa promesa se mantendrá hasta 2023.
Teniendo en cuenta lo anterior, los activistas han calificado la fanfarria de la primera semana de “lavado verde”, incluso cuando los delegados de los países y los negociadores de la ONU todavía están resolviendo los detalles de la aplicación de las viejas y nuevas promesas dentro de la cumbre de la COP26.
Las negociaciones de los países participantes en la COP26 continuarán el próximo lunes. Entre las grandes cuestiones que deben resolverse están el establecimiento de normas fiables para los mercados de carbono, la evaluación de cómo deben pagar los países industrializados las pérdidas relacionadas con el clima y la obtención de financiación para ayudar a los países en desarrollo a adaptarse.