BUENOS AIRES. Más de diez millones de argentinos menores de 30 años están llamados a votar en las elecciones legislativas de mañana, unos comicios que medirán el descontento del grupo de población más castigado por la crisis socioeconómica que atraviesa el país sudamericano desde mediados de 2018.
En las primarias de septiembre, esa apatía de los jóvenes hacia la clase política tradicional cristalizó en un fuerte apoyo a opciones extremistas del espectro ideológico en algunos distritos, como fue el caso del libertario Javier Milei, que obtuvo el 13,66 por ciento de los votos.
“Es un electorado que está enojado con el kirchnerismo, que no está conforme con lo que pasó con el macrismo, pero entiende que hay que modificar algo. En esa modificación hay una dispersión total del voto, que es lo que ganó Milei en Buenos Aires“, dice Esteban Regueira, analista de la consultora Clivages.
Economista de 51 años, ultraliberal y provocador, Javier Milei emerge como un fenómeno electoral en Buenos Aires donde, con un discurso contra los políticos, disputa el segundo puesto en las elecciones legislativas de mañana a la coalición oficialista de centroizquierda Frente de Todos.
“No vine a guiar corderos, vine a despertar leones”, grita Milei donde decenas de simpatizantes lo aplauden con entusiasmo. “¡Viva la libertad, carajo!“, vuelve a gritar, y culpa de los males de Argentina a “la casta política”, un batiburrillo en el que no distingue derecha de izquierda, ni gobierno de oposición.
Está en campaña, pero su acto electoral consiste en una “clase” de economía a un público mayoritariamente joven y masculino, descreído de la política, que se siente halagado por el formato intelectual en el que se sortean libros al final de su actividad.
Según las encuestas, su fuerza va en aumento y también preocupa a la coalición de centro-derecha Juntos, que gobierna Buenos Aires desde 2007 y no quiere que le reste votos. “Las ideas que expresa Milei son las mismas que he expresado siempre”, dijo recientemente el ex presidente Mauricio Macri, que lidera una corriente opositora contra el gobierno de Fernández.
Los seguidores de Milei son en su mayoría hombres, de entre 18 y 40 años, de todas las clases sociales, según el politólogo Diego Reynoso, de la Universidad de San Andrés.
“Se posiciona claramente en la derecha, tanto en lo económico -menos Estado, más mercado- como en otros valores, por ejemplo su oposición al aborto”, que es legal en Argentina desde 2020, señala el politólogo. Su prédica contra la “casta política”, a la que culpa de la crisis económica, social y política que sufre Argentina, le sitúa “fuera del sistema político”.
Le permite hacer un discurso claramente antisistema y desde ahí capitaliza mucho”, dice Reynoso.
Y en las zonas más desfavorecidas de la capital argentina, donde su voto fue ligeramente superior a la media, se han hecho eco de sus críticas a la intervención del Estado.
LOS JÓVENES Y LA CRISIS ECONÓMICA
Los jóvenes argentinos menores de 30 años son, en su mayoría, estudiantes y trabajadores que crecieron en un país devastado por la crisis de 2001, vivieron la recuperación del primer kirchnerismo y comenzaron su vida adulta en medio de una nueva recesión, con dramáticas caídas del poder adquisitivo y del empleo formal.
Según un estudio del Observatorio de la Deuda Social Argentina, el 18,9 por ciento de los jóvenes de entre 18 y 34 años estaban desempleados a finales de 2020, un porcentaje que contrasta con la tasa de paro del 12,1 por ciento registrada entre los adultos de entre 35 y 59 años.
Asimismo, la tasa global de pobreza se situó en el 40,6 por ciento en el primer semestre de este año, saltando al 48,5 por ciento entre la población de 15 a 29 años, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Toda esta realidad macroeconómica y social repercute en las perspectivas de futuro de los más jóvenes: la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) y la consultora Voices! estiman que el 70 por ciento de los argentinos de entre 15 y 24 años preferiría vivir en otro país, más que cualquier otro grupo.