Michelle Bachelet, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, calificó de vergonzosa la violencia ejercida por las fuerzas de seguridad sudanesas contra los manifestantes tras la sangrienta jornada del miércoles.
“Es absolutamente vergonzoso que ayer (miércoles) se dispararan balas reales contra los manifestantes, después de nuestros múltiples llamamientos a las fuerzas de seguridad y al ejército para que no utilizaran una fuerza desproporcionada”, dijo Bachelet en un comunicado.
Al menos 15 personas murieron el miércoles en la represión de las protestas contra el golpe de Estado en Sudán, según un sindicato de médicos pro-democracia, siete de ellas en los suburbios del norte de Jartum, donde cientos de manifestantes siguen marchando.
En los suburbios del norte de la capital, siete personas murieron por disparos de las fuerzas de seguridad dirigidos a “la cabeza, el cuello o el torso”, dijo el sindicato.
En total, 34 personas, entre ellas tres adolescentes, han muerto y cientos han resultado heridas desde el golpe de Estado del 25 de octubre.
La represión pareció endurecerse el miércoles. A mediodía, el nuevo gobierno militar cortó todas las comunicaciones telefónicas, mientras que Internet ha sido inaccesible desde el 25 de octubre.
El jueves, las fuerzas de seguridad sudanesas volvieron a disparar gases lacrimógenos contra los manifestantes antigolpistas reunidos en la capital.