SOKOLKA. Cientos de iraquíes fueron devueltos a sus hogares desde Bielorrusia, mientras que Polonia detuvo a 200 inmigrantes que cruzaron su frontera después de que los países occidentales se negaran a acogerlos.
Europa acusa al Presidente Alexander Lukashenko de atraer a la frontera a miles de inmigrantes -muchos de ellos kurdos iraquíes- en represalia por las sanciones impuestas a Bielorrusia.
Pero tanto el líder bielorruso como su aliado, el presidente ruso Vladimir Putin, rechazaron estas acusaciones y criticaron a la UE por rechazar a los migrantes, que se encuentran en una situación humanitaria deplorable.
Alemania no acogerá a los refugiados, según declaró el ministro del Interior, Horst Seehofer, tras las conversaciones con su homólogo polaco.
Unos 500 inmigrantes intentaron entrar en territorio polaco y 200 fueron detenidos. “Las fuerzas bielorrusas dirigieron el ataque”, dijo el Ministerio de Defensa.
Mientras tanto, los migrantes salían de un campamento en Bruzgi, Bielorrusia, cerca de la frontera con Polonia, dijo un portavoz de la guardia fronteriza polaca, confirmando un informe de los medios de comunicación estatales bielorrusos BELTA.
“Cerca de 7.000″ migrantes se encuentran actualmente en Bielorrusia, 2.000 de ellos en la frontera con Polonia, dijo la presidencia bielorrusa.