Después de que la Asamblea General de la OEA no reconociera las elecciones presidenciales en Nicaragua, el Congreso pidió al presidente Daniel Ortega que retire al país de la organización.
El Parlamento insta “al Presidente de la República en su calidad de Jefe de Estado (…) a denunciar la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA)”, dijo el titular del Legislativo, Gustavo Porras, durante la sesión plenaria en la que 83 de los 87 diputados autorizaron la solicitud. Denunciar la Carta implica retirarse de la organización.
El Parlamento y las instituciones del Estado están controlados por el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
La declaración fue aprobada “ante las reiteradas acciones injerencistas de la OEA en los asuntos internos de Nicaragua“, dijo Porras, quien pidió al Ejecutivo que gestione el retiro de la organización a través de los mecanismos establecidos.
El artículo 143 de la Carta de la OEA permite a un Estado miembro renunciar mediante una notificación, en el marco de un proceso que dura dos años.
La salida de Nicaragua del sistema interamericano aún debe ser aprobada por el presidente y notificada a la OEA.
Ortega, de 76 años y en el poder desde 2007, fue reelegido el pasado 7 de noviembre para un cuarto mandato consecutivo en un proceso fuertemente cuestionado por la comunidad internacional, donde siete de sus posibles rivales fueron detenidos meses antes de los comicios.
Forman parte de los cerca de 40 opositores detenidos durante 2021, bajo cargos de conspiración y otros delitos formulados por la Fiscalía a petición del gobierno, que los acusa de conspirar para derrocar a Ortega con el apoyo de Washington.
Otros miles están exiliados desde 2018, principalmente en Costa Rica, tras las manifestaciones antigubernamentales que dejaron 355 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El pasado viernes, la OEA declaró, durante una sesión de la Asamblea General, que las elecciones nicaragüenses “no fueron libres, justas ni transparentes y carecen de legitimidad democrática.”
La resolución, aprobada por 25 de los 34 miembros de la organización, pide al Consejo Permanente que realice una “evaluación colectiva inmediata” a más tardar el 30 de noviembre, para tomar “las medidas pertinentes”.
El Parlamento nicaragüense rechazó “las continuas acciones injerencistas de la OEA“, que, según dijo, “violan abiertamente el principio de no intervención en los asuntos internos de otros Estados.”
“La OEA no está promoviendo la paz, la cooperación, por el contrario, está interviniendo en asuntos de jurisdicción interna”, reprochó el diputado oficialista Carlos López durante el debate.