Este domingo, la policía y los manifestantes de la ciudad de Bruselas (Bélgica) se enfrentaron en medio de las protestas contra las restricciones impuestas por el gobierno para frenar la propagación del Covid-19. Los agentes dispararon cañones de agua y gases lacrimógenos contra quienes lanzaban piedras y bombas de humo, según los testigos.
La manifestación reunió a 35.000 personas que empezaron de forma pacífica, según la policía local, pero los manifestantes con capuchas negras lanzaron piedras a la policía mientras ésta avanzaba con cañones de agua en la intersección principal, frente a la sede de la Comisión de la Unión Europea.
Frente a las líneas policiales, los manifestantes se tomaban de las manos y coreaban “libertad”. Un manifestante llevaba una pancarta en la que se leía “cuando la tiranía se convierte en ley, la rebelión se convierte en deber”.
Los manifestantes también lanzaron bombas de humo y fuegos artificiales, informó el periódico Le Soir. La situación se calmó después, según la policía.
Bélgica endureció el miércoles las restricciones para frenar la propagación del coronavirus, imponiendo un mayor uso de mascarillas y obligando a la gente a trabajar desde casa ante el aumento de casos en la cuarta oleada de COVID-19 en el país.
Desde el comienzo de la pandemia, se han registrado 1.581.500 infecciones y 26.568 muertes relacionadas con el coronavirus en este país de 11,7 millones de habitantes. Las infecciones vuelven a aumentar, con una media de 13.826 nuevos casos al día.
En los últimos días también se ha producido violencia en las protestas contra las restricciones en los Países Bajos, país vecino de Bélgica. El viernes, la policía de Rotterdam abrió fuego contra una multitud.