La lava que fluye desde el volcán de la isla canaria de La Palma desde hace 63 días llegó hoy al mar por tercera vez, lo que obligó a las autoridades a mantener a la población de las localidades más cercanas en sus casas por la posible emisión de gases tóxicos.
La corriente número 7 llegó al mar a las 12:01 horas (hora local) del lunes en un punto más al norte del primer delta de lava que comenzó a formarse la noche del 28 de septiembre, más cerca del puerto de Tazacorte.
Este es el tercer punto en el que la lava del volcán se adentra en el mar, tras el de finales de septiembre y el que sepultó por completo la playa de Los Guirres hace unos días.
Un vídeo tomado desde el puerto de Tazacorte muestra el río de roca fundida fluyendo por un acantilado, con una densa nube de gas que provoca la repentina evaporación del agua en contacto con el material incandescente.
Además del vapor de agua producido por el fuerte choque térmico, la interacción entre la lava y el mar también puede provocar la liberación de gases como el ácido clorhídrico.
Ante el peligro que conlleva para la población, el gobierno canario ha ordenado el cerramiento de los pueblos de Tazacorte, San Borondón y el área de asentamiento disperso de El Cardón, donde viven un total de 2864 personas según el último censo.
La medida se ha tomado como medida de precaución para garantizar la seguridad de las personas, a las que se aconseja que cierren puertas, ventanas, persianas y cualquier tipo de aire procedente del exterior, y que se recluyan en las habitaciones más interiores si es posible.
También se aconseja sellar los cierres de puertas y ventanas con cinta adhesiva y disponer de sistemas de comunicación o recepción de información, como teléfonos o radios.
Se recuerda a las personas que están al aire libre que un vehículo no es un lugar seguro. Por lo tanto, es aconsejable limitarse al primer edificio que encuentren, al igual que cuando van a pie, y, en general, evitar los desplazamientos a menos que se deban a causas de fuerza mayor.