BERLÍN – Una docena de políticos alemanes, entre ellos cuatro diputados, han recibido cartas amenazantes en las que anuncian una “resistencia sangrienta” a la vacunación obligatoria que pretende introducir el gobierno.
Las cartas contienen trozos de carne que, según el remitente de las mismas, están contaminados “con los virus Covid-19 y Zyklon B“, en referencia al gas utilizado por los nazis durante el Holocausto, según el tabloide Bild, que cita fuentes parlamentarias.
La policía alemana realizó registros y confiscó armas durante una operación en Sajonia en respuesta a las amenazas de muerte, principalmente contra el ministro-presidente regional, Michael Kretschmer, uno de los principales partidarios de las medidas antipandémicas.
El nuevo canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó que su país emprenderá una lucha sin cuartel contra una “minoría de extremistas” antivacunas.
En Alemania existe un fuerte movimiento de oposición a las restricciones sanitarias desde el inicio de la pandemia.
Está especialmente presente en Sajonia, una de las regiones más afectadas por la actual ola de contagios de Covid-19 y que tiene una tasa de vacunación inferior a la media nacional.
La justicia alemana abrió una investigación tras la difusión de un reportaje televisivo que reveló el contenido de los mensajes en Telegram de un centenar de miembros “unidos por su oposición a la vacuna, al Estado y a la política sanitaria actual”, según la fiscalía.
Los mensajes de audio llamaban a oponerse, “con las armas si es necesario”, a las medidas en vigor, apuntando a dirigentes políticos y en particular a Kretschmer.
Varios políticos, periodistas e instituciones recibieron las cartas amenazantes a causa del proyecto de vacunación obligatoria en el país.
El movimiento antivacunas cobra cada vez más fuerza en los países europeos, cada fin de semana se registran varias movilizaciones contra las restricciones sanitarias, la aplicación de la vacuna y el certificado de vacunación.
España, Austria, Holanda, Reino Unido, entre otras naciones de la región, han radicalizado las manifestaciones, volviéndose cada vez más violentas.
En Polonia, la polémica antivacunas no deja de aumentar, después de haber sido impulsada por eslóganes nazis, como “La vacunación os hará libres” o “Nuremberg 2.0″, en referencia al campo de exterminio de Auschwitz.
En Estados Unidos también ha habido movilizaciones antivacunas y un gran número de ciudadanos ha decidido no vacunarse, por lo que no sólo el gobierno, sino también las empresas han decidido presionar a sus trabajadores para que se apliquen una dosis contra el Covid-19.
Es el caso de Google, la primera empresa tecnológica que ha amenazado a sus empleados con el despido si no se vacunan.
Según un comunicado citado por el medio estadounidense CNBC, aquellos que no tengan la vacuna o la aprobación antes del 13 de enero pasarán a tener una baja administrativa remunerada durante 30 días y, si no cumplen con las normas, podrían enfrentarse a una baja no remunerada durante seis meses y luego ser despedidos.
Otro gigante tecnológico que está dentro de una polémica es Amazon, que es señalado por donar, a través de un programa benéfico, más de 40.000 dólares a grupos antivacunas y sus fuentes de desinformación durante 2020.
El programa de Amazon dona el 0,5% de las compras a las organizaciones sin ánimo de lucro designadas.