El agente de policía que murió en enero tras el asalto al Capitolio de Estados Unidos por parte de partidarios del entonces presidente Donald Trump falleció por dos derrames cerebrales, según el informe de la autopsia publicado este lunes que cita causas “naturales”.
Brian Sicknick fue una de las cinco personas, y el único agente de policía, que murió en relación directa con la insurrección del 6 de enero, cuando cientos de partidarios de Trump entraron por la fuerza en la sede del Congreso de Washington con el objetivo de impedir la certificación de la victoria electoral del presidente Joe Biden.
Inicialmente, se informó de que Sicknick, de 42 años, había sido golpeado por un extintor. Informes posteriores relacionaron su muerte con productos químicos como el spray para asustar a los osos o el spray de pimienta.
“Circunstancias de la muerte: natural”, concluyó, sin embargo, la Oficina del Médico Forense Jefe de la ciudad de Washington.
Señaló que Sicknick había sido rociado con un producto químico alrededor de las 14H20 durante la toma del Congreso. A las 22H00, se desplomó en el Capitolio y fue trasladado al hospital. Murió casi 24 horas después mientras estaba hospitalizado.
El informe no estableció ninguna relación entre el aerosol y el colapso de Sicknick.
Francisco Díaz, el médico forense jefe, declaró a The Washington Post que no había pruebas de que el agente de policía tuviera una reacción alérgica a los productos químicos, ni presentaba ninguna otra lesión interna o externa.
Sin embargo, Díaz dijo al Post que lo ocurrido influyó en su muerte.
El 15 de marzo, las autoridades estadounidenses acusaron a dos hombres de rociar a Sicknick con “spray para osos”, un potente aerosol utilizado en Estados Unidos para repeler a los grandes mamíferos.
Julian Khater, de 32 años, y George Tanios, de 39, se enfrentan a nueve cargos, entre ellos el de “agresión a un agente con un arma peligrosa”, pero no han sido procesados por homicidio.
Otras cuatro personas murieron en el marco de la toma del Congreso: una manifestante que murió por los disparos de un agente de policía, Ashli Babbitt, y otras tres por razones médicas distintas.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció el 14 de abril que no procesaría al agente de policía que disparó a Babbitt, de 35 años, por considerar que no había “pruebas suficientes para justificar un proceso penal”.
Acusado de “incitación a la insurgencia” por la Cámara de Representantes, Trump fue absuelto por el Senado tras un juicio de destitución en febrero.
En los días siguientes al ataque al Congreso, dos miembros de la Policía del Capitolio se suicidaron.