LONDRES – Varios países europeos están estudiando nuevas medidas para frenar el aumento de las infecciones por coronavirus durante la temporada clave de las fiestas navideñas, en la que hay un alto índice de viajes y actividades de ocio.
A medida que la variante Omicron va ganando terreno en Europa y Estados Unidos, los científicos están revisando sus expectativas sobre la pandemia de Covid-19 del próximo año.
Hace apenas unas semanas, los expertos en la enfermedad predecían que los países empezarían a salir de la pandemia tras soportar una serie de picos impulsados por las variantes Alfa, Beta, Gamma y Delta.
Los países ya están volviendo a tomar las medidas que se utilizarán en las primeras fases de la pandemia: restringir los viajes, volver a imponer el uso de mascarillas y desaconsejar las grandes reuniones durante las vacaciones de invierno.
El Reino Unido, uno de los países más afectados del continente y del mundo, registró un número récord de contagios por tercer día consecutivo, con 93,45 nuevos casos registrados en 24 horas, según cifras de las autoridades.
Según el primer ministro Boris Johnson, la región se enfrenta a un “tsunami” debido a la variante Omicron, con 147,48 muertes, 111 de las cuales se produjeron ayer.
Omicron, más transmisible que las variantes anteriores, representa ya el 73,5% de los contagios en Londres, donde ya ha sustituido a Delta como variante principal, según la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido.
Gran Bretaña ha lanzado una campaña de vacunación masiva de refuerzo que pretende llegar al mayor número posible de personas antes de que acabe el año.
Miles de personas en el Reino Unido trataban de adelantar sus viajes a Francia antes de la entrada en vigor de las restricciones impuestas por ese país a los viajeros británicos debido a la propagación del virus.
Otros países europeos también se preparaban para imponer nuevas restricciones a los viajes y otras medidas en un esfuerzo por frenar el aumento de casos de la última variante, que amenaza con paralizar la recuperación económica mundial.
El gobierno alemán de Olaf Scholz aceleró la compra de millones de dosis adicionales de vacunas, ya que, tras sucesivos llamamientos a la población para que se inmunice, se ha encontrado con que no tiene reservas suficientes para afrontar la campaña de invierno.
Irlanda, Dinamarca, Austria, Suiza y Finlandia, entre otros países, estudian imponer nuevas medidas en los días previos al inicio de las vacaciones de Navidad, siguiendo los pasos de Francia, que cerró sus fronteras esta semana a la mayoría de los británicos no residentes.
Sin embargo, las principales asociaciones europeas del sector de los viajes pidieron el fin de las restricciones de viaje impuestas por varios países de la UE ante la expansión de Covid.
“Esto ha echado por tierra los planes de innumerables miles de personas que esperaban cruzar las fronteras para ver a sus amigos y familiares de vacaciones, y una vez más pone en riesgo financiero a los agentes y operadores”, dijeron en un comunicado la Asociación de Agencias de Viajes y Turoperadores Europeos, la Asociación Europea de Viajes, la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares y Cafés y el Consejo Mundial de Viajes y Turismo.
Países como Italia, Grecia o Portugal empezaron a exigir pruebas negativas a todos los viajeros que entran en su territorio, aunque estén vacunados.
Por su parte, los bancos y los valores de lujo lideraron los descensos, llevando a las acciones europeas a los números rojos en una semana en la que hubo señales de endurecimiento monetario por parte de los principales bancos centrales y aumentó la preocupación por el impacto económico de la variante del coronavirus.
En Estados Unidos también se teme la propagación de Omicron tras dos años de pandemia. El país se enfrenta a otro invierno sombrío, en el que la variante amenaza con agravar aún más un peligroso aumento de los casos.
Las hospitalizaciones se han disparado un 45% en el último mes, y los casos han aumentado un 40% hasta alcanzar una media de siete días de 123.000 nuevas infecciones diarias.