Linda Flores, coordinadora de la Casa de Migrantes San Agustín, informó que la ciudad de Chihuahua es considerada como un destino para los migrantes provenientes de Haití, y sigue siendo una ciudad de tránsito en su ruta migratoria para personas provenientes de otros países, como Honduras y Guatemala.
Actualmente se han recibido alrededor de 50 migrantes del país caribeño, que buscan establecerse en esta ciudad de Chihuahua debidamente documentados con visas humanitarias, y que acuden al albergue para hermanos migrantes como hogar temporal mientras se establecen con una casa de alquiler y un trabajo.
“La gente de Haití quiere quedarse, no está de paso. Chihuahua ya es un destino, por eso llegan y se quedan aquí unos días mientras buscan una casa, y se van constantemente. Han transitado más de 50″, dijo Linda, quien explicó que ha habido algunos inconvenientes por la diferencia de clima, lo que ha provocado que se contagien de gripe, por lo que pueden recibir artículos como pomadas y jarabe para la tos. También hay mujeres embarazadas, para quienes se requiere ácido fólico y medicamentos básicos como paracetamol, loratadina y vitaminas para los niños.
La directora de la Casa de Migrantes San Agustín señaló que el albergue siempre ha sido una casa donde se permite llegar y continuar a quienes están en contexto de movilidad. Enfatizó que el modelo de la casa es de tránsito y no de asilo, donde reciben atención médica; buscan otros lugares para trasladarse y pagan sus rentas, y luego se van; lo que ha cambiado es que como sociedad nunca habíamos recibido a un grupo tan grande para establecerse.
Linda afirmó que la forma de ayudar es donar sólo lo necesario y no lo que sobra, como cosas que huelen mal o están sucias, lo que pone en riesgo a los propios migrantes y al personal de la Casa del Migrante.
“Hay que donar lo necesario, no lo que sobra. A los que alquilan hay que ser solidarios, si tienen el dinero para pagar el alquiler y la fianza, la gente no debe tener miedo. El Papa dice que hay que acoger, proteger, promover e integrar. Con estos cuatro verbos tenemos que darles lo que necesitan, no el dinero del crucero, sino que puedan alquilar o darles trabajo. Todos tienen visas humanitarias, para que puedan quedarse en México. La mayoría ya tiene dos vacunas“, dijo.
Otra forma de ayudar es donar cobijas individuales, limpias y en buen estado. Tenis nuevos o lavados, no rotos, en todas las tallas: desde la 4 hasta la 8 para las mujeres; y los hombres desde la 5 hasta más de la 12. En cuanto a la ropa, recibimos prendas de abrigo como chaquetas, en buen estado y limpias.
“Para los niños necesitamos quizá cuatro mudas de seis a 13 meses. También necesitamos ropa interior y de hombre. En cuanto a la comida, necesitamos atún, azúcar y café. Para proporcionar mochilas a los viajeros, recibimos atún, agua embotellada, galletas dulces y saladas”, explicó Linda Flores.
La Casa del Migrante San Agustín se encuentra en la calle Ladrilleros 5101, Cerro Coronel II, en la colonia Lienzo Charro, en la ciudad de Chihuahua.
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