La actividad pública y privada en Alemania vuelve a estar limitada a partir de esta semana con la entrada en vigor de restricciones a los contactos interpersonales destinadas a reducir el riesgo de propagación del Covid durante las celebraciones de fin de año y a hacer frente a la amenaza del Omicron.
Varios estados federados alemanes han intensificado sus medidas contra el coronavirus, a pesar de la tendencia a la baja de la incidencia, y se espera que otros se sumen con medidas específicas en los próximos días.
Aunque la incidencia y el número de contagios en los últimos días ha tendido a la baja, los expertos advierten de la llegada de una nueva oleada, marcada por la propagación de Omicron, una variante más contagiosa que las anteriores.
En Mecklemburgo-Pomerania Occidental, los cines, los teatros, los museos, la parte interior de los jardines zoológicos y los museos estarán cerrados a partir del lunes.
En Brandeburgo y Baja Sajonia, habrá un límite de diez personas -sin incluir a los niños- tanto en el interior como en el exterior hasta el 11 de enero.
En Baden-Württemberg, los bares, restaurantes y otros establecimientos deberán cerrar entre las 22.30 y las 5.00 horas.
En Nochevieja, esta norma se relajará y los establecimientos sólo tendrán que cerrar a la 1:00 de la madrugada.
Alemania sigue teniendo una de las cuotas de vacunación más bajas de Europa Occidental. Un 70,8% de la población ha recibido la dosis completa de la vacuna, un 36% la dosis de refuerzo y un 73,9% al menos la primera dosis.
Para alcanzar el objetivo de que el 80% de la población tenga la primera dosis a finales de enero, es necesario vacunar a unos 5 millones de personas.
El ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, señaló que también es necesario acelerar la aplicación de las dosis de refuerzo para reducir el número de hospitalizaciones por coronavirus ante el aumento del número de infecciones que puede provocar el omicron.
La campaña de vacunación comenzó en Alemania en diciembre de 2020 y tuvo un comienzo lento debido a la escasez de vacunas en ese momento. Al principio el ritmo se aceleró, pero en verano se estancó debido a que algunos ciudadanos rechazaron las ofertas de vacunación.
A finales de año, con el aumento de las cifras y las dosis de refuerzo, la campaña ha recuperado cierto impulso.
Esto también puede haberse debido a las restricciones impuestas a las personas no vacunadas, que en algunos estados federales no pueden entrar en restaurantes y bares ni asistir a determinados eventos.