MOSCÚ. Miles de rusos desafiaron la autoridad del presidente ruso, Vladímir Putin, que pronunció el discurso anual sobre el estado de la nación, participando en más de un centenar de ciudades en marchas a favor de la liberación del convaleciente líder opositor Alexéi Navalny.
“¡Navalni, libertad!”, “¡Putin, ladrón!” o “¡Abajo el zar!” son algunos de los lemas que se podían escuchar o leer en las pancartas que agitaban los manifestantes en las protestas, que se saldaron con más de un millar de detenciones entre ciudades europeas y siberianas, según el portal OVD-Info, especializado en el seguimiento de arrestos.
Las protestas en apoyo del líder opositor encarcelado fueron una bofetada para Putin, que pronunció su discurso horas antes en la sala de exposiciones de la plaza Manezh, acordonada por las fuerzas de seguridad por temor a las provocaciones.
La persecución policial comenzó a primera hora de la mañana con oposiciones como la detención de la “número dos” de Navalni, Liubov Sobol, y su portavoz, Kira Yarmish, y el registro de los domicilios de conocidos activistas.
El mayor número de detenciones tuvo lugar en San Petersburgo, con al menos 351. En Moscú, los agentes detuvieron al menos a 20 personas.
Estas manifestaciones tuvieron lugar en una docena más de ciudades rusas, y como muestra de apoyo se registraron pequeñas movilizaciones en otros países como la República Checa, Polonia, el Reino Unido y Alemania.
El equipo de Navalni no quería sacar a los rusos a la calle, pero dado el delicado estado de salud del líder opositor, que lleva tres semanas en huelga de hambre en la cárcel para exigir que le atiendan médicos de su confianza, las marchas para exigir su liberación no podían retrasarse más.
El líder opositor tiene una doble hernia y una protuberancia discal, y ha perdido 16 kilos desde que entró en prisión. El domingo fue ingresado en un hospital de la prisión donde está recibiendo suero y vitaminas.
Expertos en derechos humanos de la ONU advirtieron que las condiciones en las que se encuentra Navalni en la prisión de la región de Vladimir podrían equivaler a tortura.