Estados Unidos autorizó este viernes la reanudación “inmediata” del uso de la vacuna de Janssen, filial belga de Johnson & Johnson (J&J), después de que su administración fuera prácticamente suspendida hace diez días por varios casos de trombosis en mujeres.
La decisión fue tomada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), la agencia reguladora, poco después de que un comité asesor de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) lo aconsejara el viernes.
“Hemos llegado a la conclusión de que los beneficios conocidos y potenciales de la vacuna Covid-19 (de Johnson&Johnson) superan sus riesgos conocidos y potenciales en personas de 18 años o más”, declaró en una rueda de prensa la directora en funciones de la FDA, Janet Woodcock.
“Estamos seguros”, añadió, “de que esta vacuna sigue cumpliendo nuestras normas de seguridad, eficacia y calidad”.
En la misma rueda de prensa, el doctor Peter Marks, un alto funcionario de la FDA, explicó que la reanudación es efectiva “inmediatamente”, aunque en la práctica será efectiva este sábado por la mañana.
También explicó que las personas que opten por la vacuna de J&J recibirán un documento de advertencia sobre sus posibles riesgos.
ADVERTENCIA PARA LAS MUJERES MENORES DE 50 AÑOS
Los científicos del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP) de los CDC sugirieron que en la advertencia se dijera que las mujeres menores de 50 años deben ser conscientes de los posibles trombos de la vacuna.
El 13 de abril, EE.UU. recomendó suspender la administración del suero de J&J tras detectarse seis casos de trombosis cerebral en mujeres menores de 48 años, una de las cuales falleció.
Hasta el viernes, los CDC han documentado 15 casos confirmados en vacunados con J&J en un rango de edad más amplio y con un total de tres muertes.
La mayoría de los pacientes que desarrollaron trombos después de la vacunación tienen más de 30 años, aunque ha habido casos en mujeres de entre 18 y 59 años. Todos los afectados, excepto dos, tenían menos de 50 años.
El síntoma inicial era el dolor de cabeza, que solía comenzar seis días después de ser vacunadas, aunque, con el paso del tiempo, las pacientes presentaron náuseas, vómitos, dolor abdominal, debilidad en un lado del cuerpo, dificultad para hablar, pérdida de conciencia y espasmos, explicaron los médicos.
Siete de las mujeres eran obesas, dos tenían hipotiroidismo, dos tenían la tensión alta y dos tomaban anticonceptivos.
En este momento no está claro si alguno de estos factores podría contribuir al mayor riesgo de desarrollar trombos.
Hasta el momento, se han inyectado 8 millones de dosis de J&J en EE.UU., cuya administración se había interrumpido prácticamente en el país tras la recomendación del día 13.