KABUL. El comandante de las fuerzas de la OTAN y de Estados Unidos en Afganistán, el general Scott Miller, advirtió que podría estallar una guerra civil en el país tras la retirada de las fuerzas militares extranjeras y el avance de los talibanes en varios distritos.
El gobierno afgano decidió armar a los civiles para hacer frente al avance insurgente que pondrá en riesgo la frágil estabilidad del país asiático.
Los talibanes afirmaron anteriormente que el reciente armamento de decenas de miles de civiles en Afganistán, como parte de los esfuerzos para hacer frente a la ofensiva insurgente mientras las tropas internacionales se retiran del país, sólo contribuirá a una escalada del conflicto.
La mayoría de los civiles armados están bajo el mando de antiguos “señores de la guerra”, los líderes que lucharon contra la invasión soviética en los años 80 y durante la guerra civil de los 90, mientras que el gobierno afgano ha anunciado su apoyo con material militar.
“Si nos imponen la guerra, nos oprimen y usurpan las mujeres y las propiedades de la gente, hasta nuestros niños de siete años se armarán y se opondrán”, comentó uno de los civiles armados.
El enviado de la ONU para Afganistán dijo esta semana que los talibanes se han apoderado de más de 50 de los 370 distritos y están en condiciones de tomar el control de las capitales de provincia, mientras que el país parece cada vez más inestable a medida que termina el apoyo militar extranjero.