Las autoridades afganas elevaron a 25 los muertos y a 40 los heridos en un atentado suicida seguido de un tiroteo en un hospital militar de Kabul, un incidente que los talibanes desconvocaron y atribuyeron al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
“Desgraciadamente, tenemos 25 muertos en el ataque de hoy contra un hospital militar”, informó un miembro de los talibanes que pidió el anonimato, lo que sitúa el número de heridos en al menos 40.
“Nuestra información inicial sugiere que el ataque fue llevado a cabo por combatientes del IS“, añadió, antes de darlo por terminado “después de que las fuerzas de seguridad mataran a los asaltantes”.
Un testigo, que pidió el anonimato, dijo desde el hospital que “los atacantes utilizaron armas de fuego y granadas de mano para luchar contra los talibanes, pero el ataque ha terminado y ya no se escuchan disparos ni explosiones.”
Según el portavoz del Ministerio del Interior, Qari Sayed Khosty, el ataque comenzó con una primera explosión frente a la entrada del hospital militar Sardar Mohammad Daoud Khan, situado en el centro de la capital y con capacidad para unas 400 camas.
De momento, ningún grupo ha reivindicado la autoría.
El hospital Sardar Mohammad Daoud Khan es el principal centro hospitalario militar de Kabul, y está situado a pocos metros de la embajada de Estados Unidos y del Ministerio de Sanidad afgano.
Este centro sufrió en marzo de 2017 un atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) que causó más de una treintena de muertos y decenas de heridos, después de que un terrorista suicida se inmolara en la entrada del hospital.
El suicida dio paso a otros tres insurgentes que irrumpieron en el recinto y dispararon “indiscriminadamente” hasta que el último de ellos fue abatido por las tropas afganas seis horas y media después de iniciado el ataque.
El EI ha reivindicado atentados en al menos ocho de las 34 provincias de Afganistán desde que los talibanes tomaron el poder el 15 de agosto.
El mayor atentado del grupo yihadista en los últimos meses, en el que murieron unas 170 personas, tuvo lugar el 26 de agosto en el aeropuerto de Kabul, mientras miles de afganos intentaban desesperadamente huir del país en vuelos de repatriación.
Además, un atentado suicida del EI en una mezquita chiíta dejó al menos 80 muertos y un centenar de heridos en Kunduz el 8 de octubre, y un ataque similar una semana después en el sur de Kandahar dejó otros 60 muertos.
Analistas y expertos han señalado que el grupo yihadista se ha convertido en la mayor amenaza para la seguridad del gobierno talibán en Afganistán, estando detrás de ataques casi diarios contra los fundamentalistas.