Cerca de 60 menores han perdido la vida en lo que va de 2021 por las malas condiciones y la falta de servicios básicos en el campamento de Al Hol, que alberga a decenas de miles de familiares del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el noreste de Siria, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La ONG, que tiene su sede en el Reino Unido y cuenta con una amplia red de colaboradores sobre el terreno, detalló en un comunicado que 34 de los niños eran iraquíes, 19 eran de nacionalidad siria y otros cuatro eran originarios de diferentes países europeos, sin especificar su origen exacto.
El Observatorio atribuye las muertes a las “malas condiciones sanitarias y de vida” del campamento, así como a la escasez de medicamentos, alimentos y servicios médicos en estas instalaciones que se calcula que tienen unos 60.000 internos, en su mayoría mujeres y niños vinculados a la formación terrorista.
Según datos de la organización, el año pasado perecieron en Al Hol 209 personas, casi la mitad de ellas niños, mientras que el balance de muertes desde enero de 2019 por diversas causas asciende ya a 752, entre las que hay 579 menores.
En 2019, durante los últimos meses de la ofensiva contra Al Baguz, el último bastión del IS en Siria, miles de combatientes y sus familias fueron detenidos por las fuerzas kurdas, que lideran la lucha contra el grupo yihadista del lado de la coalición internacional.
Las autoridades kurdas, a cargo de una región autónoma autoproclamada en el noreste del país, donde se encuentra Al Hol, han pedido en repetidas ocasiones a la comunidad internacional que repatríe a sus ciudadanos residentes en el campo y que ayude a la manutención de sus internos.
Muy pocos de ellos han sido aceptados de vuelta a sus países de origen, mientras que Al Hol está sufriendo una oleada de asesinatos que se ha saldado con decenas de muertos este año, en medio de advertencias sobre la reaparición de células del EI y la incautación de materiales peligrosos en su interior.