Estados Unidos ha llevado a cabo un ataque con drones contra un “operador” del Estado Islámico en Afganistán y ha advertido a los ciudadanos estadounidenses que abandonen inmediatamente el aeropuerto de Kabul.
“Los ciudadanos estadounidenses que se encuentren en la Puerta de la Abadía, la Puerta del Este, la Puerta del Norte o la Puerta del Nuevo Ministerio del Interior deben salir inmediatamente”, dijo la embajada estadounidense en Kabul en una alerta de seguridad.
“El ataque con drones tuvo lugar en la provincia afgana de Nangahar. Los primeros indicios apuntan a que hemos matado al objetivo”, dijo el capitán Bill Urban, del Mando Central, en un comunicado, señalando que no hubo “víctimas civiles”.
El ataque, procedente de fuera de Afganistán, es el primero del ejército estadounidense desde el atentado suicida del jueves en el aeropuerto de Kabul, en el que murieron al menos 85 personas, entre ellas 13 soldados estadounidenses.
El presidente Joe Biden había prometido represalias tras el atentado, que fue reivindicado por el Estado Islámico de Jorasán (ISIS-K), la rama paquistaní y afgana del grupo.
La amenaza de atentados sigue existiendo, según Washington. “Seguimos creyendo que hay amenazas específicas y creíbles”, advirtió el viernes el portavoz del Departamento de Defensa estadounidense, John Kirby.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que era “probable” que se produjera otro atentado y que los próximos días serían “el momento más peligroso”.
Unas 5.400 personas siguen esperando en el aeropuerto para subir a un avión, dijo el general estadounidense Hank Taylor, quien indicó que las evacuaciones continuarían “hasta el último minuto”.
Según las últimas cifras del gobierno estadounidense, más de 109.000 personas han sido evacuadas desde el 14 de agosto, la víspera de la entrada de los talibanes en Kabul.
La OTAN y la Unión Europea han pedido que continúen las evacuaciones a pesar del ataque, pero muchos países ya han cortado los lazos con la capital afgana.
|| Con información de AFP