Daniel Ortega, recientemente reelegido como presidente de Nicaragua, ya no podrá entrar en Estados Unidos por considerar que su gobierno genera represión y abusos, según anunció este martes el presidente estadounidense, Joe Biden.
La prohibición se extiende también a Rosario Murillo, vicepresidenta de este país y esposa del presidente nicaragüense, así como a ministros y funcionarios.
“La represión y los abusos del gobierno de Ortega y sus partidarios exigen que Estados Unidos actúe”, dijo Biden en una proclama.
En el poder desde 2007, Ortega ganó un cuarto mandato consecutivo el 7 de noviembre en unas elecciones en las que no tuvo rivales de peso, ya que siete aspirantes presidenciales de la oposición fueron detenidos y tres de sus partidos ilegalizados.
“He tomado la decisión de que es en interés de Estados Unidos restringir y suspender la entrada” al país de “miembros del gobierno de Nicaragua, encabezado por el presidente Daniel Ortega, incluyendo a su esposa y a la vicepresidenta Rosario Murillo y a todos aquellos vinculados a actos que socavan las instituciones democráticas del país”, añadió Biden.
La larga lista de personas non gratas incluye a legisladores, alcaldes y miembros de su gabinete a los que acusa de haber “violado los derechos humanos para castigar a manifestantes pacíficos”, así como a varios altos cargos de la policía, la seguridad, los organismos gubernamentales, los servicios penitenciarios, el poder judicial y el Ministerio del Interior.
Además, hay otras personas que contribuyeron a los hechos denunciados por Washington.
Las esposas e hijos de los sancionados también tienen prohibida la entrada en territorio estadounidense.
El lunes, Estados Unidos ya había impuesto sanciones a varios altos funcionarios nicaragüenses en respuesta a la “farsa electoral” y como “mensaje inequívoco” a Ortega y Murillo.
El Departamento del Tesoro anunció sanciones contra el Ministerio Público y nueve altos funcionarios del Gobierno, entre ellos el ministro de Energía y Minas, Salvador Mansell Castrillo, y varios alcaldes, a los que acusa de participar en la represión de las manifestaciones pacíficas de 2018.
Biden ya había ordenado sanciones financieras contra funcionarios y prohibido la entrada al país de más de un centenar de legisladores, fiscales y jueces nicaragüenses y sus familiares.
En 2019, la administración del ex presidente Donald Trump ya había impuesto sanciones a altos funcionarios nicaragüenses, entre ellos Murillo, tres de los hijos de Ortega y la policía por actos de corrupción y violaciones de los derechos humanos.
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