El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente ruso, Vladimir Putin, celebrarán su cumbre el 16 de junio en una villa suiza del siglo XVIII con vistas al lago de Ginebra, un escenario relajado para lo que promete ser unas conversaciones acaloradas.
Las amargas disputas sobre la interferencia electoral, los ciberataques, los derechos humanos y Ucrania se ciernen sobre su primera reunión cara a cara desde que Biden asumió el cargo el 20 de enero.
La estabilidad nuclear estratégica y los conflictos regionales estarán sobre la mesa. Biden, que tiene previsto llegar al Reino Unido el miércoles en el inicio del primer viaje al extranjero de su presidencia, indicó que presionará a Putin para que respete los derechos humanos.
Putin dijo el viernes que espera que las conversaciones se desarrollen en un ambiente positivo, aunque anticipó que no habrá avances.
Fuentes diplomáticas esperan la confirmación de la sede de Ginebra a última hora del miércoles. La policía y el ejército suizos ya han cerrado los dos parques que rodean Villa La Grange y han instalado barricadas y alambre de espino.
La neutral Suiza, que no se sumó a las sanciones occidentales contra Rusia por su anexión de la región ucraniana de Crimea en 2014, presionó mucho para que la primera gran cumbre de potencias se celebrara en el país alpino en décadas.
En la época de la Guerra Fría, el presidente estadounidense Ronald Reagan y el líder soviético Mijail Gorbachov celebraron su primera cumbre en Ginebra en noviembre de 1985 y acordaron buscar recortes en sus arsenales nucleares.
La villa clásica se encuentra en un parque a lo largo de la orilla izquierda del lago. Salpicado de secuoyas, rosales y fuentes antiguas, el parque ofrece una impresionante vista del lago Lemán y de los veleros.