Blanca Elena Jiménez Cisneros dejará la Comisión Nacional del Agua (Conagua) bajo el argumento de problemas personales. Pero además de dejar la administración pública, su futuro inmediato está en la Ciudad Luz, París, como embajadora de México en Francia, tras una gestión que requiere más de un político que de un técnico.
Es una digna respuesta a la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de colocar a una académica con un gran número de reconocimientos en materia ambiental en un área que involucra habilidades de gestión pública.
Jiménez Cisneros tiene una maestría y estudios de posgrado en tratamiento y reutilización de aguas en el Institut National des Sciences Appliquées de Toulouse, Francia. Promovió el establecimiento de normas y criterios para el tratamiento y la reutilización de aguas residuales en la agricultura y la recarga artificial de acuíferos.
Pero sus cargos han sido más académicos, como cuando fue presidenta de la Asociación Internacional del Agua (IWA), entre 2010 y 2012; del Colegio de Ingenieros Ambientales de México, de 1999 a 2000, y de la Federación Mexicana de Ingeniería y Ciencias Ambientales, de 2001 a 2002. También ha sido vicepresidenta de la Academia Mexicana de Ciencias.
El 8 de abril en la conferencia matutina, López Obrador destacó que Jiménez Cisneros es una de las especialistas más prestigiosas del mundo en el tema del agua.
“La estimamos mucho, tiene un asunto familiar, tuvo un problema familiar, y tiene que dejar la Conagua, tiene que dejar el país, como tenemos mucha confianza en ella, y es una mujer bien preparada, se va a proponer para que el Senado la nombre como embajadora de México en Francia, esa es la propuesta que tenemos. Su lugar lo ocupará Germán Martínez -hay dos Germán Martínez- es Germán Martínez Santoyo“, dijo.
Martínez Santoyo fue director del Sistema de Aguas cuando López Obrador fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
“Va a haber cambios en la Conagua, pero no porque haya incapacidad del director -dijo- Martínez Santoyo, es un técnico de primera línea. Entonces, pensamos que de esta manera se va a armonizar la situación de la Conagua”.
Germán Arturo Martínez Santoyo, de 73 años, estudió Ingeniería Civil en la UNAM. Su perfil es más operativo y estructural en el gobierno capitalino, donde fue director del Sacmex.
En 2009 estuvo al frente de la Dirección General de Obras y Desarrollo Urbano en Gustavo A. Madero. De 2015 a 2016 hizo lo mismo, pero en Tlalpan, en la administración de Claudia Sheinbaum.
En 2018 se incorporó a la Conagua, donde se hizo cargo del Organismo de Cuencas del Valle de México y luego del Organismo de Cuencas Centrales del Norte. De agosto de 2013 a julio de 2015 fue profesor en la Facultad de Ingeniería de la UNAM, donde impartió las materias de Hidráulica Urbana y Recursos y Necesidades de México.
A su entrada, Martínez Santoyo tendrá que terminar con el proceso de depuración de personal en todas las áreas, desde los mandos altos y medios.
“Habrá cambios en la Conagua, porque fue tomada por un partido, por el PAN. Vamos a poner el gobierno al servicio de todos y a anteponer el servicio a la nación. Nadie puede hacer justicia por sí mismo”, declaró López Obrador en septiembre de 2020.
Entonces renunciaron Víctor Yamanaka Alcocer, director general adjunto de Infraestructura Hidroagrícola; Eduardo Seldner, director general adjunto de Administración de la Conagua y Alfredo Ocón, director general técnico adjunto de la Conagua.
Además, hicieron lo propio Eugenio Barrios, subdirector general de Administración del Agua; Patricia Ramírez, subdirectora general de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento; y Celia Maya García, subdirectora general Jurídica, magistrada jubilada del Tribunal Superior de Justicia de Querétaro.
La depuración en la dependencia se dio en el marco de las protestas de los agricultores de la presa La Boquilla, quienes alegaron que los envíos de agua a Estados Unidos amenazan sus cultivos que son afectados por una sequía atípica. Desde diciembre de 2019, la Conagua anunció su decisión de extraer un volumen de mil millones de metros cúbicos de La Boquilla y otros 100 millones de El Granero, por el pago correspondiente al Tratado Internacional de 1944.
El 8 de septiembre los campesinos tomaron la presa expulsando a los uniformados, quienes retrocedieron y luego se retiraron. Después de que la Conagua encontró una solución al problema, López Obrador aseguró que, con los seis reemplazos, no habrá problemas como el de Chihuahua, pues los nuevos funcionarios son “preparados, honestos y no están vinculados a grupos de intereses creados”.