En lo que va de 2021, 23 mil 759 adultos mayores de 60 años murieron por Covid-19 por no vacunarse, según la Secretaría de Salud (SSa).
En este contexto, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha priorizado, antes de aplicar una tercera dosis de vacunas contra el covid, inmunizar a todos los adultos mayores que aún no se han vacunado, ante el riesgo de que se incrementen los niveles de contagio durante las fiestas de fin de año.
El gobierno señala que en días pasados “la Organización Panamericana de la Salud también emitió una recomendación para la aplicación de una tercera dosis en la población inmunocomprometida y en los adultos mayores, especialmente en los mayores de 80 años y en los mayores de 60 años con alguna comorbilidad. En México, esta recomendación debe ser evaluada con base en la evidencia. Los estudios han demostrado niveles más bajos de anticuerpos en los adultos mayores en comparación con los más jóvenes después de la vacunación”.
Al estudiar por primera vez el impacto de la vacunación en personas fallecidas, la Secretaría de Salud agrega que varios estudios han documentado “una disminución de anticuerpos seis meses después de la inmunización; sin embargo, aún no se ha definido si el nivel de anticuerpos está directamente relacionado con la propensión a desarrollar enfermedades graves”.
Lo que sí confirma es que “la mayoría de los casos graves y de las muertes se dan en el grupo sin antecedentes de vacunación”. Por eso considera “prioritario abordar este punto antes de aplicar una tercera dosis”.
Entre las razones por las que este grupo de población vulnerable no ha recibido ninguna de las siete vacunas Covid-19 que se aplican en México, la dependencia que dirige Jorge Alcocer encontró que hay resistencia entre las mujeres con el nivel educativo más bajo del país. También depende de la etnia, situación laboral, religión, cuestiones políticas e infodemia.
“Debido a la desconfianza, en gran parte por la desinformación y los mitos que se han generado en torno a la vacunación, que van desde la preocupación por el daño que les podría causar, los efectos secundarios, las dudas sobre la eficacia de la vacuna, los mayores niveles de religiosidad y las ideas sobre el control político a través de la vacunación”, señala el 34 Informe de Situación Epidemiológica de Covid-19.
Durante la pandemia se han reportado 594 mil 998 casos de Covid-19 entre personas mayores de 60 años, de los cuales 176 mil 658 murieron por complicaciones de la enfermedad que surgió en Wuhan, China, a finales de 2019.
Dentro de ese grupo, 23 mil 759 muertes ocurrieron este año y son personas que no habían sido vacunadas.
El segundo grupo de muertes por Covid-19 son seis mil 854 personas que habían recibido el esquema completo de vacunación sin que hasta ahora se haya podido determinar si tenían una condición adicional de vulnerabilidad para contraer la enfermedad pandémica.
“La fragilidad de algunas personas mayores condiciona su escasa respuesta inmunitaria y la disminución de la reserva funcional, lo que conlleva una reducción de la capacidad intrínseca y de la resiliencia. Se ha descrito que los adultos mayores con bajo peso debido a una mala alimentación tienen una mayor mortalidad por Covid-19”.
El estudio comenzó en marzo, cuando se generalizó el Programa Nacional de Vacunación a este segundo grupo prioritario de adultos mayores de 60 años. Desde entonces y hasta finales de octubre, la SSa encontró que en 74 por ciento de los decesos los pacientes “no tenían ninguna dosis de vacuna, en contraste con las muertes de quienes tenían el programa completo, que son sólo 19 por ciento”.
Al analizar por entidad federativa, se encontró que los estados donde murieron más adultos mayores que no estaban vacunados fueron Baja California (46 por ciento), Sinaloa (43 por ciento) y Chihuahua (40 por ciento). Y los que reportaron menores tasas de mortalidad fueron Tabasco (17 por ciento), Baja California Sur (22 por ciento) y el Distrito Federal (23 por ciento).
El documento también advierte que es probable que la tendencia de contagios y casos graves entre este grupo no vacunado crezca “sobre todo con las reuniones familiares y los grandes eventos de fin de año, por lo que es necesario reforzar la vigilancia y la notificación de casos y muertes, así como enfatizar la protección que generan las vacunas”.
El Gobierno considera que al inicio de la temporada de gripe, la vacunación contra esta enfermedad y las acciones de prevención adquieren “mayor importancia para evitar la sindemia de ambas enfermedades”.