Con el 100 % de las mesas procesadas y el 99,295 % escrutado, Pedro Castillo es el candidato más votado en las elecciones presidenciales de Perú con al menos 8 millones 803 mil 629 votos.
Aunque aún falta el 0,705 % de los votos por escrutar, y este porcentaje es superior al que separa a Castillo de la candidata Keiko Fujimori (0,40 puntos porcentuales), es inviable que este resultado pueda revertirse.
Ni la tendencia de las últimas horas, ni la certeza de que la mayor parte de los votos que faltan por contar provienen de una región (Datem del Marañón, Loreto) donde Castillo domina el conteo de votos por 67% -33%, permiten una recuperación de la candidata de la derecha.
La ventaja de Castillo en votos es de 68.473 y 50,195 % frente al 49,805 % de Fujimori. Sólo faltan por contabilizar 608 actas de escrutinio, que están siendo revisadas por los Jurados Electorales Especiales (JEE) debido a diversas impugnaciones, errores materiales o falta de las firmas correspondientes, entre otras cuestiones.
Sólo la mitad de estas actas observadas provienen de zonas donde Fujimori es la candidata más votada, casi todas ellas en Lima (273), mientras que el resto se distribuyen en zonas donde Castillo es el claro ganador.
Se espera que el recuento de los votos restantes concluya entre el jueves y el viernes, aunque el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), única autoridad con capacidad para nombrar al ganador de la contienda, tendrá que esperar aún para resolver el pedido de Fujimori de anular 802 actas (aproximadamente 200.000 votos) en las zonas donde Castillo es el candidato más votado.
Fujimori y su organización política, Fuerza Popular, denunciaron la existencia de aparentes irregularidades y “fraude de mesa” en estas actas de escrutinio para que sean eliminadas del recuento.
Ahora, los distintos JEE que han recibido estas solicitudes de impugnación de mesas tendrán que analizar las denuncias una por una y decidir si aceptan eliminar estos votos del recuento oficial.
Se espera que este proceso tarde entre una y dos semanas en completarse, entre impugnaciones, análisis y recursos que puedan presentarse antes de que el JNE nombre un ganador de las elecciones.