Chile se convirtió el martes en el primer país latinoamericano en sumarse al “Ice Box Challenge” mundial, una demostración científica que destaca visualmente los beneficios ambientales del aislamiento térmico de los edificios y cuyos resultados serán compartidos en la cumbre COP26.
Dos enormes bloques de hielo, de 1.000 kilos cada uno, fueron colocados en la céntrica Plaza de Armas de Santiago, en dos cajas diferentes, una construida según el estándar alemán “passivhaus”, basado en la eficiencia energética, y la otra en una construcción normal de madera.
El objetivo es observar cuánto se derrite cada una al cabo de diez días y comprobar así la eficiencia energética de cada edificio, explicó a Efe Marcelo Huenchuñir, arquitecto de la Universidad de Chile y coordinador de esta iniciativa.
“Es fundamental que los ciudadanos tomen conciencia de que hacer bien los edificios puede ser una revolución. Puede servir para cambiar su vida y la del planeta”, añadió el experto, presidente del Instituto Latinoamericano Passivhaus (Ilaph).
El 10 de noviembre, el grupo que lidera el proyecto conectará con Glasgow (Reino Unido) para compartir los resultados de esta demostración en la cumbre climática COP26, que se desarrollará hasta el 12 de noviembre y a la que asistirán más de 120 líderes de todo el mundo.
Las “casas pasivas”, explicó Huenchuñir, permiten un ahorro energético de hasta el 90% respecto a los edificios típicos gracias al uso de fuentes de calor internas y técnicas de refrigeración pasiva, como el sombreado estratégico, que mantienen una temperatura ideal en las viviendas.
Este experimento se ha realizado anteriormente en ciudades como Vancouver (Canadá), Nueva York o Los Ángeles (en Estados Unidos) y en numerosas capitales europeas como Bruselas o Viena.
La última en llevar a cabo el reto, Escocia, demostró el pasado mes de agosto que la “passivhaus” logró mantener 121 kilogramos de hielo después de dos semanas, mientras que en la casa normal, el hielo se derritió por completo.
En Chile, agregó el académico, hay pocas “casas pasivas”, en parte por su precio de venta, que puede ser hasta un 20% más que una casa normal.
“Poder replicar construcciones como ésta y reducir su costo es fundamental para frenar los graves problemas de cambio climático que sufrimos en este país”, concluyó.
Chile vive desde hace una década una sequía sin precedentes que muchos expertos achacan al cambio climático: según datos oficiales, la temperatura media de los últimos diez años es la más alta desde 1961.
El país latinoamericano presidió la anterior cumbre, la COP25, aunque la reunión se trasladó a España debido a la fuerte ola de protestas que afectó al país en 2019.