Ciudad del Vaticano – El Vaticano celebra hoy la primera audiencia de un juicio histórico en el que un cardenal, el ex prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Angelo Becciu, y otras nueve personas serán juzgados por primera vez por delitos relacionados con inversiones inmobiliarias.
El cardenal Becciu y las otras nueve personas, entre las que se encuentran trabajadores laicos y religiosos del Vaticano y figuras financieras internacionales, así como cuatro empresas, comparecerán en este proceso que busca esclarecer si se cometieron delitos de malversación, blanqueo de capitales, fraude y abuso de poder durante la inversión irregular de unos 350 millones de euros en un edificio de Londres.
La vista está prevista para las 9.30 hora local (7.30 GMT).
Los hechos que ahora juzga el Vaticano se remontan a 2013, cuando la Secretaría de Estado compró un edificio en Londres y destinó fondos de la Obligación de San Pedro, una institución que recoge donaciones de los católicos para financiar obras de caridad de los papas y su actividad. Becciu fue el responsable de esas operaciones, ya que ocupó el cargo de sustituto de Asuntos Generales en la Secretaría de Estado entre 2011 y 2018.
En mayo de 2018, el Papa Francisco lo nombró nuevo prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. Sin embargo, el año pasado y tras verse salpicado por este escándalo, el propio Francisco le obligó a presentar su renuncia al cargo de prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y a sus derechos como cardenal.
Becciu conserva así su título, pero no podrá participar en un futuro cónclave. El cardenal de 73 años, que siempre ha mantenido su inocencia en el escándalo, se convierte en el más alto funcionario del Vaticano en ser acusado de delitos financieros.
Siempre ha mantenido su inocencia y ha afirmado ser “víctima de una maquinación deliberada” que le ha expuesto “durante estos largos meses” a una “picota mediática sin parangón (…), sufriendo en silencio, incluso por el respeto y la protección de la Iglesia“, a la que ha dicho haber dedicado toda su vida.
Una de las novedades del juicio es que se regirá por las nuevas normas dictadas por el Papa el pasado 30 de abril en un “motu proprio” (documento pontificio) que asigna a la Justicia ordinaria del Vaticano los eventuales procesos penales de cardenales y obispos, hasta ahora competencia del Tribunal Supremo.
Estos son los puntos clave:
Se trata de un juicio histórico, ya que por primera vez un cardenal se sienta ante el tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Además, el juicio se regirá por las nuevas normas emitidas por el Papa el pasado 30 de abril en un “motu proprio” (documento pontificio) que asigna a la Justicia ordinaria del Vaticano los eventuales juicios penales a cardenales y obispos, hasta ahora competencia del Tribunal de Casación (Supremo).
El proceso busca esclarecer si diez personas, entre ellas Becciu, cometieron delitos de corrupción, malversación, blanqueo de capitales, fraude, extorsión y abuso de poder durante una inversión en 2013 de unos 350 millones de euros en un edificio de Londres, con dinero procedente de los fondos de la Obligación de San Pedro, que recoge donaciones de los católicos para financiar obras de caridad de los papas y su actividad.
La compra de ese edificio se hizo a un precio superior a su valor real y causó importantes pérdidas a las arcas del Vaticano.
El italiano Angelo Becciu era hasta el año pasado uno de los hombres más influyentes de la Curia y uno de los más estrechos colaboradores del Papa Francisco. Se le considera el responsable último de las operaciones en Londres, ya que entonces era el adjunto para Asuntos Generales en la Secretaría de Estado de la Santa Sede.
En mayo de 2018, el Papa Francisco lo nombró prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, cargo que ocupó hasta septiembre de 2020, cuando Francisco aceptó su renuncia.
Además del asunto de Londres, una investigación del semanario “L’Espresso” afirmó el año pasado que Becciu también habría enviado fondos de la Conferencia Episcopal Italiana y una vez de la Oficina de los Oblatos de San Pedro a favor de una cooperativa de su hermano Tonino.
Junto a Becciu hay otras nueve personas, entre ellas el ex presidente de la Autoridad Financiera del Vaticano René Brülhart, que está acusado de abuso de poder y se cree que no impidió el pago de una serie de comisiones a varios corredores implicados en la operación.
También Mauro Carlino, al que la fiscalía acusa de los delitos de extorsión y abuso de poder; Enrico Crasso, acusado de malversación, corrupción, extorsión, blanqueo de capitales, fraude y abuso de poder; Tommaso Di Ruzza, que se enfrenta a los delitos de malversación, abuso de poder y violación del secreto oficial.
Cecilia Marogna, a la que la Fiscalía acusa de los delitos de malversación; Raffaele Mincione (malversación, fraude, abuso de poder y blanqueo de dinero; Nicola