Las creencias personales son nuestros puntos de vista acerca de la realidad, las cosas que sentimos como verdaderas y que nos orientan en nuestra vida. Estas creencias pueden ser conscientes o inconscientes; sin embargo, bien es cierto que tienen un gran poder para guiar nuestro comportamiento. De hecho, se puede decir que nuestras creencias forman parte de lo que somos ahora y que son las responsables de nuestro éxito o fracaso en la vida.
Existen muchos tipos de creencias: religiosas, culturales, políticas, sociales, entre otras. Todas ellas nos influyen de una u otra manera en la forma en que pensamos y actuamos. En este artículo nos centraremos en las creencias personales, es decir, aquellas creencias que forman parte de nuestro diario vivir.
¿Qué son las creencias personales?
Las creencias personales son ideas que creamos, a partir de nuestros propios conocimientos y experiencias, acerca de la realidad. Representan nuestra manera particular de ver el mundo, y van más allá de simples opiniones. Por ejemplo, una persona puede creer que el mundo es un lugar injusto, mientras que otra cree que es un lugar lleno de posibilidades.
Por lo general, nuestras creencias se forman durante la infancia, a partir de los mensajes que recibimos de nuestros padres y familiares; sin embargo, esto no quiere decir que no podemos modificar dichas creencias a lo largo de la vida. Si nos damos cuenta de nuestras limitantes, podemos empezar a trabajar para transformar aquellas creencias erróneas y limitantes.
Cómo se forman las creencias personales
Las creencias personales se forman a partir del entorno en el que vivimos. Por ejemplo, en la casa en la que crecemos hay un sistema de valores que aprendemos desde niños. Estos valores están asociados con las creencias sobre cómo debemos comportarnos y qué es lo correcto o lo incorrecto. Estas ideas forman parte del subconsciente y afectan tanto a nuestro pensamiento como a nuestro comportamiento.
También hay creencias sociales, como aquellas relacionadas con el papel de los hombres y las mujeres en la sociedad. Muchas veces estas creencias limitan el pensamiento y las acciones; por ejemplo, el estereotipo de que las mujeres deben dedicarse al hogar y los hombres a trabajar fuera de casa.
Las creencias culturales son aquellas relacionadas con la propia tradición y también con otras culturas. Por ejemplo, hay muchas creencias relacionadas con la religión; la mayoría de las religiones tienen sus propias creencias basadas en sus principios.
También hay creencias políticas, relacionadas con el ejercicio del poder; muchos países tienen diferentes ideas acerca de cómo deben gobernarse.
Cómo se pueden modificar las creencias personales
Es posible modificar las creencias personales. Aunque las creencias profundamente arraigadas son difíciles de cambiar, hay formas de transformarlas para conseguir un mayor grado de autoconocimiento. Una forma eficaz es conocer nuestras limitantes y trabajar para superarlas.
Una herramienta muy utilizada para modificar las creencias personales es la terapia cognitiva, creada por el psiquiatra Aaron Beck. Esta terapia se basa en descubrir aquellas creencias fundamentales inconscientes que nos limitan y transformarlas para mejorar el bienestar emocional.
La Bioneuroemoción, un método creado por el terapeuta Enric Corbera, se centra en modificar aquellas creencias inconscientes que se manifiestan en nuestra realidad. Este método utiliza los conflictos del día a día para identificar estas creencias limitantes y transformarlas en otras potenciadoras.
Conclusión
Las creencias personales juegan un papel vital en nuestra vida, ya que son las encargadas de guiar nuestro comportamiento. Si nos damos cuenta de cuáles son los Pensamientos Limitantes que nos están impidiendo desarrollarnos plenamente, podemos empezar a trabajarlos para tratar de modificarlos. Existen varias herramientas para conseguir este objetivo; una de ellas es la terapia cognitiva y otra es la Bioneuroemoción.
Descubrir nuestras creencias limitantes nos ayudará a conocernos mejor y a descubrir nuevas formas de ver el mundo. Con esto podremos abrir nuevos caminos hacia el logro de nuestros propósitos y desarrollarnos plenamente como seres humanos.