El martes, el parlamento cubano aprobó la versión final del Código de la Familia, que se someterá a consulta del pueblo a principios de 2022.
El código abarca la cuestión del matrimonio y, con su aprobación, abre la posibilidad de que las parejas del mismo sexo se unan y adopten.
Los diputados cubanos dieron luz verde a la norma, redactada por un panel de expertos de 30 miembros, que incluye en más de 450 artículos un papel importante para los abuelos, la posibilidad de aplicar pactos sucesorios antes del matrimonio y la posibilidad de que los padres acuerden el orden de los apellidos de sus hijos.
Este código es el único de las otras 70 normas legales que se han actualizado con la nueva constitución. Esto ha provocado el malestar de la comunidad LGBTI de la isla, que considera que la mayoría no debe reconocer los derechos de la minoría.
Por otro lado, las iglesias católica y protestante, que tienen un número creciente de seguidores en la isla, se han opuesto a esta aprobación.
La posible aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo en Cuba pasó a primer plano en 2018 como parte de la reforma constitucional que culminó con la aprobación de una nueva constitución en 2019.
Según la antigua Constitución, en vigor desde 1976, el matrimonio es la unión “entre un hombre y una mujer”, mientras que la nueva Constitución estipula que la definición definitiva se establecerá en el proyecto de Código de Familia.
En el borrador final de la actual Constitución, se eliminó el artículo que permitía el matrimonio gay en la isla y se pospuso el debate hasta la aprobación de un futuro Código de Familia, con el fin de asegurar el apoyo del gobierno al nuevo texto constitucional en el referéndum.
La decisión se justificó por la necesidad de “respetar todas las opiniones” surgidas en el referéndum sobre el documento, en el que la mayoría se opuso a cambiar la definición de matrimonio.