Popular entre los chilenos por su participación en debates televisivos, el abogado Daniel Stingo lideró la revolución de los candidatos independientes en las últimas elecciones constituyentes, convirtiéndose en la persona más votada en todo el país para redactar una nueva Carta Magna, en la que buscará convertir a Chile en un estado de bienestar social.
Así lo afirmó este viñamarino de 55 años, conocido por sus intervenciones como panelista en varios programas del matinal y que obtuvo 111.578 votos, un apoyo que, a su juicio, se debe no sólo al hecho de ser una figura mediática sino también a las ideas que ha defendido en televisión.
Su candidatura fue como ciudadano independiente, un fenómeno que arrasó en las elecciones y que se llevó más del 60% de los 155 escaños de la convención que redactará la nueva Constitución, la mayoría de ellos de ideas progresistas, lo que les da la iniciativa de los temas a impulsar frente a una derecha que no llegó a un tercio de los escaños, fracción necesaria para poder vetar.
La desprivatización de la sanidad, la educación, las pensiones y el agua están en su plan de trabajo en la convención, un órgano paritario entre hombres y mujeres que tendrá hasta un año para elaborar una propuesta de Constitución que sustituya a la actual, vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y considerada el soporte del modelo neoliberal chileno.
Pregunta (P): ¿Por qué cree que le ha votado tanta gente?
Respuesta (A): Obviamente, el hecho de haber participado en matinales durante mucho tiempo es un factor, pero a eso se sumó también que hice unas declaraciones fuertes en televisión contra algunas autoridades y empresarios y después de la revuelta (protestas sociales de 2019) terminaron despidiéndome y la gente me decía en la calle: “te despidieron por defendernos” y ese reconocimiento popular influyó.
P: ¿Cuál es su reflexión sobre el éxito de los independentistas?
R: La desconexión de las élites con la realidad es tal que nunca vieron que la gente iba a votar a los independientes con mucha más fuerza. Muchos de ellos tienen un trabajo territorial previo: son personas que llevan mucho tiempo luchando por el feminismo, los derechos humanos o el medio ambiente. La élite no los conoce, pero eso no significa que la gente no los conozca. También hay un descontento general con los partidos políticos.
P: ¿Qué principios quieren incluir en la nueva Constitución?
R: Queremos que Chile deje de ser un Estado subsidiario en el que el Estado deja que el sector privado lo haga todo. Creo que hay un consenso muy grande en que los derechos sociales tienen que ser entregados y garantizados por el Estado: un seguro único de salud universal, una educación que dependa del Estado y sea gratuita y de calidad, el agua tiene que ser desprivatizada, las pensiones tienen que volver a un sistema más solidario, entre otros.
También hay que relacionarse con el medio ambiente de otra manera, construir una Constitución muy feminista, reconocer a los pueblos originarios o proclamar el Estado plurinacional, cambiar el sistema presidencialista que en Chile es hiperpresidencialista y acabar con el Tribunal Constitucional tal y como está hoy como una tercera cámara con miembros elegidos a dedo que pueden frenar las leyes.
P: ¿Peligra la estabilidad económica de Chile con este proceso constituyente?
R: Va a haber un cierto vaivén con la economía y existe el temor de las élites empresariales, pero lo que tienen que saber es que lo que queremos es un estado de bienestar como hay en Europa. Aquí no tenemos a (Nicolás) Maduro ni a Fidel Castro ni al coreano (Kim Jong-un), no queremos eso.
La derecha trabaja con los miedos, con los temores de lo que va a pasar, pero los empresarios tendrán que ver que las cosas tienen que ir hacia una mejor situación económica para los trabajadores, para los más pobres, y tendrán que sentir que hay una pérdida de privilegios en beneficio de los demás que provoca la paz social que quieren. Ellos quieren imponer la paz social con escudos de carabineros y ametralladoras y nosotros decimos que la paz social se consigue con una persona bien alimentada, un niño que va a una escuela de calidad, etc.
P: ¿Cómo prevé el debate con los electores de la derecha?
R: La gente está tan descontenta con el neoliberalismo que tenemos que la derecha no consiguió el tercio con el que podía bloquear las ideas progresistas. Ahora el debate está abierto para discutir todos los temas, incluso con la derecha, sin que nadie pueda decir “este tema no porque lo bloqueo”. Les invitamos a hablar, por supuesto, pero nosotros imponemos los temas, somos lo que ganamos y ganamos porque representamos lo que quieren los ciudadanos.
P: ¿Qué opina de las declaraciones de la Lista Popular, el bloque de independientes que más escaños obtuvo (27), sobre no negociar en la convención hasta que se liberen los detenidos de las protestas sociales de 2019?
R: No va a estar en el debate y no va a estar en el debate.