Una niña afgana sorprendió al mundo entero con la intensidad de sus ojos verdes que reflejaban una época de adversidad para la época en la que vivía.
Sharbat Gula llegó a Pakistán como huérfana cuatro o cinco años después de la invasión soviética de Afganistán en 1979 junto con los miles de afganos que huían de las zonas de combate en la frontera.
Fue Steve McCurry quien la fotografió en 1984, cuando sólo tenía 12 años, en un campo de refugiados de Pakistán, pero no fue hasta junio de 1985 cuando su rostro fue conocido por todos al convertirse en portada de la revista National Geographic.
Su imagen se utilizó para ilustrar un reportaje sobre los refugiados afganos, por lo que su retrato acabó convirtiéndose en un símbolo del sufrimiento y la inestabilidad de la región, que por aquel entonces estaba en plena guerra debido a la invasión de la Unión Soviética.
Según el primer ministro Mario Draghi, “su fotografía pasó a simbolizar las vicisitudes y conflictos de aquella etapa histórica que atravesaban Afganistán y su pueblo”.
Años después, Gula fue detenido en 2016 por las autoridades paquistaníes por llevar documentos de identidad falsos.
“Allí estábamos bien, teníamos buenos vecinos, vivíamos con nuestros hermanos pastunes. Pero no me imaginaba que al final el gobierno paquistaní me iba a tratar así”, dijo en una entrevista con la BBC.
Posteriormente, fue liberada y enviada a Afganistán, país al que no quería volver por considerarlo inseguro, pero finalmente fue recibida por el presidente Ashraf Ghani y el ex presidente Hamid Karzai en el palacio de gobierno.
El tiempo pasó y su imagen volvió a dar la vuelta al mundo cuando McCurry volvió a buscarla en 2002 y vio la difícil vida que seguía teniendo, por lo que la propuso de nuevo como protagonista de la portada de National Geographic.
Gula, analfabeta y madre de cuatro hijos, no sabía que millones de personas habían visto su foto, ni que su imagen había provocado una movilización internacional en favor de los refugiados.
Más de 30 años después de aparecer en la revista National Geographic, Sharbat Gula llegó el jueves a Roma tras ser evacuada de Afganistán tras el regreso de los talibanes.
Fue a través de un comunicado que el ejecutivo de Mario Draghi confirmó su llegada: “La ciudadana afgana Sharbat Gula acaba de llegar a Roma”.
Como muchos de sus compatriotas, Gula, que ahora tiene 49 años, había pedido ayuda para salir de su país después de que los talibanes tomaran el control de Afganistán el pasado mes de agosto.
El gobierno italiano facilitó y organizó su traslado a Roma en el marco del programa de evacuación de ciudadanos afganos y del plan de acogida e integración.