Atizapán. Andrés “N“, presunto asesino serial, ya pasó su primera noche en el penal de Barrientos; mientras tanto, los exámenes y diligencias ministeriales de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México continúan dentro de su casa para encontrar evidencias de sus crímenes y saber si tiene más mujeres enterradas dentro de su casa.
En el domicilio de Andrés “N“, ubicado en la colonia Lomas de San Miguel, en Atizapán, personal de los Servicios Periciales, Policía de Investigación, Ministerios Públicos, Bomberos y Policía Municipal continuarán con las diligencias, entre ellas una excavación en una de las habitaciones del inmueble, donde se cree que podrían estar enterrados más restos humanos.
Andrés fue detenido mientras las autoridades buscaban a Reyna, una mujer de 34 años que fue reportada como desaparecida el pasado viernes por su familia. Su última conexión por teléfono móvil la situaba en la casa de Andrés, que bajo presión confesó que no era la única víctima y que llevaba 30 años matando.
Para realizar la excavación fue necesario apuntalar parte del edificio, trabajo que fue realizado por personal de Protección Civil y una cuadrilla del Ayuntamiento de Atizapán, para evitar cualquier posible derrumbe.
Los encargados de las investigaciones señalan que las evidencias encontradas en el lugar están siendo analizadas por personal pericial en las instalaciones de la fiscalía estatal. Entre los especialistas que participan en estos estudios se encuentran antropólogos y arqueólogos forenses, genetistas, expertos en criminalística, odontología, medicina forense y fotografía.
Sin embargo, según los investigadores de la fiscalía, hasta el momento no es posible confirmar el número de víctimas al que corresponden los restos óseos porque primero deben ser analizados, incluyendo pruebas de ADN.
La fiscalía estatal dará seguimiento a las audiencias de Andrés “N“, que iniciarán hoy.
Mientras las autoridades mexiquenses trabajan en la colonia Lomas de San Miguel, los vecinos llegan con la curiosidad de tener detalles de lo que ya nombran como un asesino serial.
El señor Rafael nunca imaginó las manías de su vecino, a quien conoce desde hace 30 años.
“Nunca noté nada raro en él, era muy serio, pero no le veía nada malo (…) tenía una hermana y una sobrina, pero se regresaron a Oaxaca.
“La gente de aquí está muy enojada, por lo que pasó, ayer vinieron muchas mujeres enojadas, lo hubieran linchado”, dijo a La Prensa.
Rocío, dueña de una tienda de abarrotes en la calle Margaritas, dijo estar sorprendida por los hechos. “Tengo hijas y me da miedo que alguien así viva tan cerca, espero que las autoridades hagan todo para que pague, si es que es responsable de las muertes”.
Lo que la comerciante recuerda de Andrés, es que era tranquilo y sólo le compraba cervezas, aunque nunca lo vio con mujeres, ni le consta que tuviera problemas con nadie de la zona, “lleva muchos años aquí en el barrio, incluso fue presidente del mismo, por lo que casi todos hablaban con él”.
Dos de las mujeres presuntamente asesinadas ya fueron identificadas por peritos de la Fiscalía.
Se trata de Flor Ninive Vizcaíno, de 28 años, quien estaba desaparecida desde 2016, y Rubicela Gallegos, de 32 años, quien era buscada desde 2019. Ambas estaban en la lista de 29 mujeres que el presunto feminicida había anotado en una libreta.
Por ello, la Policía de Investigación ya busca en sus archivos y revisa en instituciones dedicadas a la búsqueda y localización de personas desaparecidas para saber si la lista tiene coincidencias.
Además, los peritos, el Ministerio Público y los agentes de la Policía de Investigación de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Michoacán siguen analizando los restos humanos, la ropa, los zapatos, las credenciales de elector y otros objetos que se encontraron dentro de la casa para saber a quiénes pertenecían y establecer con exactitud cuántas mujeres fueron asesinadas.
Para el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) entender que hay un feminicidio o asesino serial de mujeres, como es el caso de Andrés, evidencia fallas de las autoridades en la búsqueda inmediata de las mujeres desaparecidas.
“Hay una grave impunidad, falta de aplicación de protocolos para localizar a las víctimas, e inacción de la Fiscalía Central para la Atención de Delitos Relacionados con la Violencia de Género de esa entidad por lo que sujetos como este señor pueden continuar con su carrera criminal”, consideró Adriana Rubio, asesora penal y forense del OCNF.
En su opinión es sensacionalista hablar de “un asesino serial”, un concepto proveniente de Estados Unidos, porque causa intriga en la opinión pública, pero también invisibiliza y distrae a las autoridades de hacer su trabajo, sobre todo en el Estado de México.
“El Estado se ha quedado corto, le debe mucho a las mujeres del país, a las niñas y jóvenes que desaparecen