WASHINGTON – Un derrame de petróleo de más de 22 kilómetros de largo fue descubierto en el Golfo de México tras el paso del huracán Ida, que la semana pasada causó estragos en todo Estados Unidos, dejando más de 50 muertos.
La zona afectada se encuentra frente a Port Fourchon, un puerto de Luisiana situado a 160 kilómetros de Nueva Orleans, que se dedica principalmente al almacenamiento y distribución de petróleo.
Según The New York Times, que citó a un teniente de la Guardia Costera, el vertido de petróleo procedía de un oleoducto en desuso perteneciente a Talos Energy, una empresa texana especializada en plataformas petrolíferas en alta mar.
La empresa envió un equipo de buceo para tratar de establecer el origen de la fuga de petróleo, según la Guardia Costera, pero negó que el origen del vertido esté en sus instalaciones.
“Las extensas observaciones de campo indican que los activos de Talos no son la fuente”, dijo la compañía en un comunicado, pero aclaró que están trabajando con las autoridades para “coordinar una respuesta” e identificar la fuente del derrame.
Talos Energy precisó ayer que en 2017 cesó la producción en la zona afectada por el vertido de petróleo, taponando las fuentes y retirando su red de oleoductos.
La Guardia Costera y varias agencias locales estaban trabajando para contener el vertido. Según el coordinador de la Oficina de Derrames de Petróleo de Luisiana, Sam Jones, es el mayor derrame registrado en la zona tras el huracán. Su oficina ha recibido 265 informes de derrames después de Ida, 35 de ellos “graves”, según Jones.
Según el Departamento de Medio Ambiente de Luisiana, citado por Bloomberg, se han registrado más de 100 incidentes de vertidos y derrames tóxicos tras el paso de Ida por el territorio.
El Golfo de México, rico en hidrocarburos, es una de las principales zonas de producción de petróleo de Estados Unidos.
Aquí es donde la plataforma Deepwater Horizon explotó en 2010, provocando un vertido de petróleo considerado el más grave de la historia.
En Luisiana, cientos de miles de personas siguen sin electricidad. Al menos 50 personas han muerto como consecuencia directa de Ida en ese estado, Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut, Maryland y Pensilvania.
En Nueva York se han confirmado 17 muertes, cuatro en el condado de Westchester y el resto en la ciudad de Nueva York, donde casi todas las víctimas estaban atrapadas en sótanos ilegales.