La policía bangladesí detuvo el lunes al propietario de la embarcación que se incendió en el sur de Bangladesh el pasado viernes, matando al menos a 41 personas e hiriendo a más de un centenar, acusado de negligencia por llevar objetos inflamables en la sala de máquinas.
“En la embarcación había elementos inflamables como bombonas de gas y contenedores de aceite. Los tenían cerca de la sala de máquinas, lo que no estaba permitido”, dijo a Efe el inspector jefe de la Autoridad Marítima, Shafiqur Rahman.
El propietario de la embarcación, Hamjalal Sheikh, fue detenido cerca de la capital, Dhaka, según informó el Batallón de Acción Rápida (RAB) en un comunicado.
Su detención se produjo un día después de que la autoridad naviera presentara cargos contra él y la tripulación del barco en el tribunal marítimo, acusándolos de negligencia.
“No actuaron en el momento oportuno, lo que supone una dejación de funciones”, dijo Rahman.
La embarcación, de tres pisos y con entre 700 y 800 pasajeros a bordo, se incendió hacia las 3.30 de la madrugada, hora local, del pasado viernes (21.30 GMT del jueves) en el río Sugandha, en la localidad de Jhalokathi, a unos 275 kilómetros de Dhaka, cuando se dirigía desde la capital bangladesí al distrito de Barguna.
Según la autoridad de navegación fluvial del país, el barco podía transportar 760 pasajeros durante el día y 420 pasajeros por la noche.
La unidad local de la Media Luna Roja informó de que 51 personas seguían desaparecidas.
En el país, donde cientos de vías fluviales, incluidos los ríos del delta del Ganges, como el Brahmaputra, el Padma y el Meghna, se utilizan con frecuencia para el transporte, se producen con frecuencia accidentes en el mar, como hundimientos y colisiones de barcos.
En la mayoría de los casos, estos accidentes se deben a la sobrecarga y al mal estado de las embarcaciones, pero los incendios son relativamente raros.
Según la Asociación para el Bienestar de los Pasajeros de Bangladesh, un total de 313 personas murieron y 371 siguen desaparecidas en 183 accidentes en las vías navegables del país en 2020.
Uno de los últimos accidentes graves ocurrió en agosto del año pasado, cuando al menos 22 personas murieron al volcar una embarcación en una cuenca fluvial del este del país.