Guarnicionero, deportista, carismático, sociable con los demás, así se recuerda a Francisco Martínez Martínez, quien perdió la vida el pasado 18 de junio, pero su memoria seguirá viva.
Incluso en la calle Mariano Hidalgo, en el emblemático Barrio de Santiago, hay un mural de la Virgen de Guadalupe, y a un lado de la imagen está el rostro de Don Pancho, como era conocido, como un homenaje y recuerdo diario para quienes lo conocieron y convivieron con él.
Su esposa, la señora Martha, compartió 48 años de matrimonio con él, “era una persona muy abierta, muy noble, accesible a todo y a todos, tenía muchos amigos, era muy amigable, era muy querido”, dijo sentada en un sofá de la sala de su casa, junto a una fotografía de su esposo, que fue colocada el día de su muerte.
Don Pancho desde pequeño, junto con su padre y hermano, comenzó a trabajar el cuero, luego en una talabartería, hacía cinturones, sillas de montar, todo tipo de artículos de cuero; también le gustaba jugar al fútbol, luego incursionó en el béisbol ya que su padre practicaba ese deporte, lo que finalmente lo llevó a formar su propio equipo “Deportivo Martínez“, formado por hermanos, cuñados y amigos.
La señora Martha los recuerda con cariño y nostalgia, afortunada de haber tenido una vida con él y lo recordará con un Altar de Muertos, como es tradición en la familia; Don Pancho falleció a los 68 años, y más que recordar la pérdida, recuerda el amor.