El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretó este lunes el estado de excepción para todo el país debido al aumento de los índices de criminalidad provocados por el narcotráfico, ordenando la movilización de policías y militares en las calles.
“A partir de este momento, nuestras Fuerzas Armadas y la policía se harán sentir con fuerza en las calles porque estamos decretando el estado de excepción en todo el territorio nacional”, dijo el mandatario en un discurso transmitido por el canal estatal EcuadorTV.
Entre enero y octubre de este año se produjeron en el país casi 1.900 homicidios dolosos (once por cada 100.000 habitantes), frente a los cerca de 1.400 de 2020, según el Gobierno.
“En las calles de Ecuador hay un solo enemigo: el narcotráfico”, dijo Lasso, que asumió el cargo en mayo.
La medida, declarada por 60 días, fue adoptada debido a la “grave conmoción interna”, según el decreto.
También se formará un comité con varios ministerios del área social y de derechos humanos para tomar acciones para prevenir y frenar la adicción y reinsertar a los drogadictos en la sociedad.
El gobernante derechista también decidió el lunes cambiar a su ministro de Defensa en medio de una crisis carcelaria que dejó un centenar de reos muertos y una “etapa de inseguridad” en el país por los efectos del narcotráfico. Juramentó al general retirado Luis Hernández en sustitución de Fernando Donoso, ex comandante de la Armada.
El estado de inseguridad “no sólo se refleja en la cantidad de droga que se consume en nuestro país, sino también en la cantidad de delitos que hoy están directa o indirectamente relacionados con la venta de narcóticos”, dijo Lasso, quien este martes recibirá en Quito al jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, para hablar de seguridad y narcotráfico.
Hace dos semanas, miembros de grupos criminales vinculados a cárteles mexicanos y colombianos que están en prisión y se disputan el poder se enfrentaron a tiros en un centro penitenciario de Guayaquil (suroeste), dejando 119 reclusos muertos en la que es una de las peores masacres carcelarias en la historia de América Latina.
En lo que va de 2021, 238 presos han muerto en varios motines carcelarios en Ecuador.
Lasso señaló que más del 70% de las muertes violentas que ocurren en la provincia costera del Guayas (cuya capital es Guayaquil) están de alguna manera relacionadas con el narcotráfico.
“Cuando el narcotráfico crece, también aumentan los asesinatos y homicidios”, además de otros delitos como los robos, dijo el mandatario.
Según Lasso, “en los últimos años Ecuador ha pasado de ser un país narcotraficante a uno que también consume drogas”.
Su ministra de Gobierno (Interior), Alexandra Vela, dijo hace dos semanas que el país sudamericano, situado entre Colombia y Perú, los mayores productores de cocaína del mundo, pasó de ser un punto de tránsito a un almacén de narcotráfico.
Las incautaciones de droga entre enero y octubre alcanzaron la cifra récord de 147 toneladas, frente a las 128 de 2020, según cifras oficiales.
Lasso señaló que bajo el estado de emergencia policías y militares patrullarán las calles las 24 horas del día.
“Daremos a las fuerzas del orden el respaldo necesario para que lleven a cabo su lucha contra la delincuencia”, dijo y señaló que el Ejecutivo creará una unidad de defensa jurídica para proteger a los agentes que sean demandados por “simplemente cumplir con su deber”.
“Actúen, señores miembros de las fuerzas del orden, con el valor que los caracteriza. Este Gobierno indultará a todos aquellos que han sido injustamente condenados por haber cumplido con su deber”, dijo el gobernador.