Un hombre que abrió fuego y mató a cuatro personas, entre ellas un niño, conocía a las víctimas y premeditó su ataque el miércoles, dijo hoy la policía.
El tiroteo en un edificio de oficinas de la ciudad de Orange, al sur de Los Ángeles, se produjo tras dos ataques similares ocurridos recientemente, que han dejado 18 muertos en Estados Unidos y han avivado el debate sobre el control de armas en el país.
“Este no fue un acto de violencia al azar”, dijo la teniente de policía Jennifer Amat en una conferencia de prensa.
“Se cree que el motivo preliminar está relacionado con una relación comercial y personal, que existía entre el sospechoso y todas las víctimas; y parece que todos los adultos estaban conectados por negocios o una relación personal”, añadió.
El sospechoso, identificado como Aminadab Gaxiola González, de 44 años, había cerrado las puertas de acceso al edificio con candados de bicicleta, lo que retrasó la entrada de la policía al lugar.
El atacante fue abatido y herido tras la intervención de la fuerza y se encuentra en estado crítico en el hospital.
Al entrar en el edificio, la policía encontró al niño de nueve años fallecido y a una mujer adulta, que se cree que es su madre, en estado crítico.
“Parece que un niño murió en los brazos de su madre cuando ésta intentaba salvarlo durante esta horrible masacre”, dijo el fiscal del distrito, Todd Spitzer.
Las otras tres víctimas -dos mujeres y un hombre- fueron encontradas en una pequeña oficina de una empresa inmobiliaria y en un rellano cercano.
En el lugar de los hechos se recuperó una pistola semiautomática y una mochila con spray de pimienta, esposas y munición que se cree pertenecen al atacante.
El tiroteo se produjo en torno a las 17.30 hora local en el último piso de un pequeño edificio de oficinas, que alberga una compañía de seguros, una consultoría financiera y una tienda de reparación de teléfonos, informó un medio de comunicación local.
“No habíamos tenido un incidente así en Orange desde 1997″, subrayó Amat.
“Es horrible, desgarrador”, dijo el gobernador de California, Gavin Newsom.
El 22 de marzo, una persona mató a 10 personas en un supermercado de Boulder (Colorado), días después de que un hombre matara a ocho personas en salones de masaje asiáticos de Atlanta (Georgia).
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