En el 20º aniversario del atentado contra las Torres Gemelas de Estados Unidos, el FBI reveló un memorando que refuerza las sospechas de que Riad estuvo implicada en los atentados del 11 de septiembre de 2001 perpetrados por Al Qaeda. Sin embargo, este documento no aporta pruebas suficientes para satisfacer las demandas de los familiares que demandaron a Arabia Saudí.
Según la información divulgada, de los cuatro aviones secuestrados ese día, dos están relacionados con el ataque a las torres gemelas y son de nacionalidad saudí.
Por otra parte, muestra los vínculos entre Omar al Bayoumi, sospechoso de haber colaborado con los servicios de inteligencia saudíes, y dos de los miembros de Al Qaeda que supuestamente prepararon los atentados de Nueva York y Washington.
Este documento, basado en entrevistas realizadas en 2009 y 2015, detalla los contactos y reuniones entre Bayoumi y dos secuestradores aéreos llamados Nawaf al Hazmi y Khalid al Mihdhar después de que ambos llegaran al sur de California en 2000.
También confirma la relación, ya revelada pero que parece más fuerte de lo que se sospechaba, entre ambos y Fahad al Thumairy, un imán conservador de la mezquita del Rey Faad de Los Ángeles acreditado desde finales de los años 90 como funcionario del consulado de Arabia Saudí en esa ciudad.
El documento señala que los números de teléfono asociados a la fuente indican que hubo contacto con varias personas que ayudaron a Hazmi y Mihdhar mientras estuvieron en California, entre ellas Bayoumi y Thumairy, así como la propia fuente.
Según la nota, la fuente dijo al FBI que Bayoumi ocultaba, tras su identidad oficial de estudiante, un “puesto muy alto” en el consulado saudí.
“La ayuda de Bayoumi a Hazmi y Mihdhar incluía la traducción, los viajes, el alojamiento y la financiación”, señala el documento.
Además, la esposa de la fuente dijo al FBI que Bayoumi solía hablar de la “yihad”, señala el memorando.
Asimismo, a través de reuniones, llamadas telefónicas y otras comunicaciones, se vincula a Bayoumi y Thumairy con Anwar al Alaki, el clérigo nacido en Yemen en Estados Unidos que se convirtió en una figura destacada de Al Qaeda en la Península Arábiga antes de ser asesinado por un avión no tripulado en Yemen en septiembre de 2001.
Sin embargo, el memorando fue profusamente censurado y no presenta ningún vínculo directo claro entre el gobierno saudí y los secuestradores aéreos.
Se desclasificó bajo la presión ejercida sobre el presidente estadounidense Joe Biden por las familias de las víctimas de los atentados, que acusaron a Arabia Saudí de complicidad en los mismos.
Tres administraciones estadounidenses sucesivas se habían negado a desclasificar y divulgar documentos relacionados con el caso y fueron acusadas de proteger la alianza entre Washington y Riad.
La monarquía petrolera suní siempre ha negado cualquier implicación en los atentados del 11 de septiembre de 2001 y fue absuelta de cualquier sospecha por una comisión de investigación estadounidense en 2004.
Jim Kreindler, uno de los principales abogados involucrados en las demandas de las familias de las víctimas contra Arabia Saudí, dijo que el memorando desclasificado valida el punto clave sobre el apoyo del gobierno saudí a los secuestradores.
“Con esta primera desclasificación de documentos, veinte años de confianza de Arabia Saudí en el gobierno de Estados Unidos para ocultar su papel en el 11-S llegan a su fin”, dijo Kreindler en un comunicado.
Las familias esperan pruebas más contundentes con la publicación de más documentos desclasificados que se espera en los próximos seis meses en virtud de la orden ejecutiva emitida a principios de septiembre por Joe Biden.