Los miembros del G7, a través de un comunicado conjunto, pidieron a Bielorrusia que ponga fin a la crisis migratoria en la frontera con Polonia, cuyo ejército detuvo a un centenar de migrantes que intentaron entrar en el país durante la madrugada.
Ante la escalada, el comunicado del G7 pide “al régimen (bielorruso) que ponga fin inmediatamente a su campaña agresiva (…) para evitar más muertes y sufrimiento”. Por su parte, el gobierno polaco acusó al país vecino de estar detrás de la operación de la noche del miércoles al jueves.
El comunicado conjunto de los ministros de Asuntos Exteriores del Reino Unido (que preside actualmente el G7), Francia, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Italia, Japón y la Unión Europea también expresó su “solidaridad” con Polonia, Lituania y Letonia, víctimas, según ellos, de un “uso provocador de la inmigración ilegal”.
Miles de inmigrantes, principalmente de Oriente Medio, acampan en la frontera entre Bielorrusia y Polonia con la intención de llegar a la Unión Europea, de la que Polonia es miembro.
Occidente acusa a Bielorrusia de orquestar la crisis para dividir a la UE y en represalia por las sanciones europeas contra la antigua república soviética, lo que Minsk niega.
La Unión Europea también acusa a las autoridades bielorrusas de atraer a cientos de personas a la frontera prometiéndoles que podrán cruzarla fácilmente.
Bielorrusia lo niega y acusa a Polonia de rechazar a estos inmigrantes, que se encuentran en una situación humanitaria deplorable. La presidencia bielorrusa afirmó el jueves que actualmente hay unos siete mil migrantes en el país.
Según la portavoz de la presidencia, Natalia Eïsmont, su país gestionará la repatriación de cinco mil migrantes, y la canciller Angela Merkel negociará con la Unión Europea (UE) un corredor humanitario para evacuar a los dos mil restantes a Alemania, una información que por ahora no ha sido confirmada por Berlín.
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, habló dos veces en los últimos días con la canciller alemana, Angela Merkel, sobre la crisis.
Mientras tanto, un avión con migrantes partió el jueves de Minsk con destino a Bagdad, según informó el aeropuerto de la capital bielorrusa.
En total, 431 personas están a bordo del vuelo de la compañía Iraqi Airways, según un representante de la diplomacia iraquí citado por la agencia Interfax.
Sobre el incidente fronterizo de la noche anterior, el Ministerio de Defensa de Polonia explicó en Twitter que las fuerzas bielorrusas habían realizado primero un reconocimiento del lugar y “muy probablemente” habían causado daños en la valla de alambre que marca la frontera.
“A continuación, los bielorrusos obligaron a los migrantes a lanzar piedras a los soldados polacos para desviar su atención, mientras que unos cientos de metros más allá se produjo el intento de cruce”, explicaron.
“Un grupo de unos 100 migrantes fue detenido por los servicios (de seguridad) polacos”, dijo y señaló que el incidente tuvo lugar cerca del pueblo de Dubicze Cerkiewne.
“Las fuerzas bielorrusas dirigieron el ataque”, añadió el ministerio.
Un vídeo difundido por el ministerio muestra a soldados polacos rodeando a un grupo de personas en una zona boscosa en plena noche, cerca de la alambrada.
El secretario de Defensa británico, Ben Wallace, visitará una base militar en el noreste de Polonia que alberga un grupo de combate de la OTAN.
Se espera que un escuadrón de ingenieros militares británicos llegue a Polonia a finales de este mes para ayudar a colocar las vallas fronterizas, dijo el ministro de Defensa polaco Mariusz Blaszczak.
Los grupos de ayuda dicen que al menos 11 migrantes han muerto desde que comenzó la crisis. Los rescatistas polacos dijeron el jueves que habían asistido a una pareja siria que había estado en el bosque durante un mes y medio.
“Su hijo de un año murió en el bosque”, afirmó en Twitter el Centro Polaco de Ayuda Internacional (PCPM).
En otro incidente, un vídeo publicado por los guardias fronterizos bielorrusos muestra a un perro de la guardia fronteriza lituana mordiendo a un hombre tumbado en el suelo en un saco de dormir en la frontera entre ambos países.
Los guardias fronterizos lituanos admitieron el incidente y explicaron que estaban tratando de hacer retroceder a un grupo de migrantes y que los guardias fronterizos no vieron al migrante en el suelo.
El ministro de Defensa polaco, Mariusz Blaszczak, advirtió el miércoles que la crisis de los migrantes con Bielorrusia “podría durar meses, incluso años”.
En una entrevista con AFP, Fabrice Leggeri, jefe de la agencia de fronteras de la UE, Frontex, dijo que la Unión debe prepararse para afrontar más crisis de migrantes “híbridas”, es decir, humanitarias pero con objetivos políticos.