Los líderes del G7 discutirán la situación en Afganistán durante una reunión virtual el martes, según anunció el domingo el primer ministro británico, Boris Johnson, una semana después del regreso de los talibanes al poder.
“Es vital que la comunidad internacional trabaje unida para garantizar unas evacuaciones seguras, evitar una crisis humanitaria y ayudar al pueblo afgano a proteger los progresos de los últimos 20 años”, tuiteó.
El Reino Unido ostenta actualmente la presidencia del “grupo de los 7”, que reúne también a Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia y Japón. El primer ministro británico lleva una semana presionando para que se convoque esta reunión.
Estados Unidos y sus aliados están siendo criticados por su gestión de la crisis, especialmente por el caos en el aeropuerto de Kabul, con miles de afganos aterrorizados tratando de huir.
En una reunión virtual celebrada el jueves, los ministros de Asuntos Exteriores del G7 instaron a los talibanes a garantizar “el libre paso de los extranjeros y afganos” que quieran abandonar el país.
En junio, el G7 celebró su primera cumbre presencial en dos años en el suroeste de Inglaterra, una reunión dominada por el coronavirus y la posición frente a una China cada vez más asertiva en la escena internacional.
Apenas se habló de la situación en Afganistán, donde los talibanes ya habían iniciado una ofensiva, aprovechando la fase final de la retirada de las tropas occidentales tras dos décadas de presencia.
Tras esa cumbre, el avance talibán se aceleró, sorprendiendo a las potencias occidentales, y en pocas semanas consiguieron retomar casi todo Afganistán.
Estados Unidos envió miles de refuerzos para ayudar en la evacuación, pero quiere completar esta operación antes de la fecha prevista de retirada, el 31 de agosto.
Los aliados de Washington, entre ellos el Reino Unido, sugieren ampliar este plazo, cuestión que podría formar parte de las discusiones del martes.