Al menos 24 personas murieron el viernes en un incendio en una clínica de salud mental situada en un edificio comercial de la ciudad japonesa de Osaka, informaron los medios de comunicación nipones, mientras la policía investiga si el incidente fue provocado.
A primera hora de la tarde (hora local), los principales medios de comunicación japoneses informaban de 24 muertes confirmadas y de tres personas en proceso de reanimación.
Horas antes, un funcionario del cuerpo de bomberos de Osaka había declarado a la AFP que 27 personas habían sido trasladadas al hospital en paro cardíaco, una fórmula que se utiliza habitualmente en ese país antes de que un médico certifique oficialmente una muerte.
El incendio se declaró poco después de las 10:15 hora local (01:15 GMT) en el cuarto piso del edificio y fue extinguido en media hora, dijo el funcionario.
Las imágenes de televisión mostraron a decenas de bomberos trabajando dentro y fuera del edificio de ocho plantas después de que se extinguiera el incendio, que se produjo en un distrito comercial de la segunda metrópoli del país. A mitad del día habían llegado unos 70 camiones de bomberos.
El interior carbonizado de la cuarta planta del edificio era claramente visible a través de las ventanas rotas. En esa planta se encontraba una clínica que ofrecía servicios médicos generales y de salud mental, según informaron los medios de comunicación locales.
Todavía se desconoce la causa del incendio, pero los medios locales informaron de que los investigadores, con la ayuda de fuentes policiales, están siguiendo la pista de un incendio provocado.
“El departamento municipal de bomberos está investigando la causa del incendio. He recibido un informe de que la policía de Osaka está investigando el incendio como un posible incendio provocado”, dijo el gobernador regional Hirofumi Yoshimura en Twitter.
Según varios medios de comunicación, un hombre habría derramado un líquido inflamable en el lugar de los hechos. La mayoría de las víctimas murieron por intoxicación de monóxido de carbono.
Una mujer de mediana edad que presenció el incendio declaró a la NHK que había “mucho humo negro (…) y un olor muy fuerte también”.
Otro testigo dijo que una mujer atrapada en el cuarto piso “se asomó [a la ventana] y gritaba cosas como ‘Ayúdenme‘. Parecía muy débil. Quizá haya inhalado mucho humo”, dijo.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, ofreció sus condolencias a las víctimas.
“Debemos llegar al fondo de este horrible caso, aclarar por qué y cómo ocurrió. Y debemos tomar medidas para evitar que se repita”, dijo Kishida.
Los incendios mortales son poco frecuentes en Japón, un país con estrictas normas de construcción y escasa delincuencia.
Aun así, hace un año se acusó a un hombre por el incendio provocado en 2019 en un estudio de animación de Kioto, en el que murieron 36 personas, el más mortífero del país en décadas.
En 2008, un ataque similar en un videoclub de Osaka mató a 16 personas. Su autor está ahora en el corredor de la muerte.