LIMA. Lenta pero casi inexorablemente el candidato Pedro Castillo se acerca a la victoria en las elecciones presidenciales peruanas a medida que avanza el recuento de votos, que ayer mostró cómo el profesor sindicalista iba ganando más distancia respecto a Keiko Fujimori.
El izquierdista pasó a liderar el recuento de la segunda vuelta con el 50,2 por ciento de los votos sobre el 49,7 por ciento de su rival de derecha, tras el 95,6 por ciento del escrutinio, en un proceso con final abierto, según fuentes del organismo electoral.
Castillo, de 51 años, que se ha convertido en un paladín de los pobres, ha prometido reformular la Constitución para reforzar el papel del Estado y quedarse con una mayor parte de los beneficios de las empresas mineras.
El profesor de primaria llegó por la mañana desde la localidad de Tacabamba, ciudad natal del candidato en el norte andino del país, y saludó a sus partidarios con las manos alzadas y una bandera peruana a su llegada a la sede de su partido, donde se respiraba un ambiente de celebración de cientos de los suyos con cánticos, cornetas y banderas peruanas.
Castillo, que había llamado a sus partidarios a “defender su voto”, canceló una anunciada rueda de prensa.
La probable foto final podría dar lugar a días de tensión, ya que la votación pone de manifiesto la fuerte división entre la capital, Lima, y el interior del país, que ha alimentado el inesperado ascenso de Castillo.
La ventaja de Keiko Fujimori se fue reduciendo a medida que se contaba el recuento de las mesas electorales de las zonas rurales y de la selva, donde el voto a favor de Castillo supera el 80%. También será clave el voto en el extranjero, con un millón de electores, que puede tardar hasta 15 días en procesarse.
“Los resultados que tenemos hasta ahora son un llamado de atención, un llamado claro y firme a la reconciliación y a la unidad nacional”, destacó el presidente interino Francisco Sagasti en su primera reacción tras la votación.
Fernando Tuesta, ex jefe de la ONPE, dijo que hay posibilidades de que Castillo “gane porque falta parte del voto rural y extranjero”. Será “difícil llegar al 100 por ciento hoy, lunes, porque llegará un momento en que el conteo será lento porque toma tiempo procesar los votos (rurales/extranjeros)”, dijo.
“Sólo el pueblo salvará al pueblo”, dijo Castillo al pedir moderación a sus seguidores en su bastión de Tacabamba, en el departamento de Cajamarca, a más de 900 kilómetros al norte de Lima, adonde viajó para esperar el resultado final.
Más tarde, en un comunicado dijo que no considera “las nacionalizaciones, expropiaciones, confiscaciones de ahorros, controles de cambio y de precios o prohibición de importaciones”, como una señal de moderación.
Lucía Dammert, académica peruana radicada en Chile, auguró días complicados, con posibles impugnaciones de los votos y pedidos de recuento.
Fujimori, de 46 años, hija del ex presidente Alberto Fujimori, encarcelado por abusos a los derechos humanos y corrupción, pidió “prudencia, calma y paz a ambos grupos”.
“Cualquiera puede ganar”, aseguró.
En medio del silencio a la espera de que culmine el escrutinio, surgieron llamados a la calma entre sus partidarios.
“Serenidad. Falta procesar los cómputos en provincias donde @KeikoFujimori recortará la diferencia dentro del territorio nacional, y luego en EEUU, Europa, Chile, etc., donde triunfará con amplio margen”, tuiteó Álvaro Vargas Llosa, hijo del Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa.
“Gane quien gane, tiene que dialogar con el gobierno y otras fuerzas políticas, estamos en un país polarizado”, dijo el analista Andrés Calderón.
El avance del izquierdista derrumbó la Bolsa de Valores de Lima -7,7 por ciento y disparó el dólar 2 por ciento debido a la incertidumbre generada en los inversionistas y sectores productivos.
El desplome de la bolsa local solo se puede comparar con la caída de 14 por ciento que sufrió el mercado bursátil tras la victoria de Ollanta Humala en las elecciones de 2011 frente a Keiko Fujimori.
El jefe de análisis de la casa de bolsa Kallpa SAB, Marco Contreras, señaló que Castillo es un candidato “que no transmite ningún tipo de confianza al inversionista” debido a sus propuestas de campaña contrarias al libre mercado y a la inversión extranjera.
Pero los nervios en la bolsa contrastaron con las expresiones de alegría en el bastión de Castillo, Tacabamba, donde unas 400 personas desfilaron por las calles con lápices gigantes -símbolo de campaña del maestro- y banderas, confiando en que su paisano será presidente.